Mosquitos auto destructivos y roedores esterilizados: la promesa de las unidades genéticas
La alteración de los genomas de poblaciones animales completas podría
ayudar a vencer las enfermedades y controlar las plagas, pero a los
investigadores les preocupan las consecuencias de desencadenar esta nueva
tecnología.
Austin Burt y Andrea Crisanti habían estado intentando durante
ocho años secuestrar el genoma del
mosquito. Querían eludir la selección
natural y conectar un gen que se propagara rápidamente a través de la
población más rápido que una mutación transmitida por el proceso habitual de
herencia. En el fondo de sus mentes había una forma de prevenir la malaria al diseminar un gen
para eliminar las poblaciones de mosquitos para que no puedan transmitir la
enfermedad.
Crisanti recuerda fallar una y otra vez. Pero finalmente,
en 2011, los dos genetistas del Imperial College de Londres recuperaron los resultados del ADN que habían estado
esperando: un gen que habían insertado en el genoma del mosquito había irradiado a través de la población,
llegando a más del 85% de los descendientes de insectos.
Fue el primer 'impulso
genético' diseñado por ingeniería
genética: una modificación genética diseñada para propagarse a través de
una población con tasas de herencia superiores a lo normal. Las unidades
genéticas se han convertido rápidamente en una tecnología de rutina en algunos
laboratorios; Los científicos ahora pueden impulsar una unidad en meses. La
técnica se basa en la herramienta de edición de genes CRISPR y algunos fragmentos de ARN para alterar o silenciar un gen específico, o insertar uno
nuevo. En la próxima generación, la unidad completa se copia a sí misma en
su cromosoma asociado para que el genoma
ya no tenga la versión natural del gen elegido, y en su lugar tenga dos copias
de la unidad genética. De esta manera, el cambio se transmite hasta el
100% de la descendencia, en lugar de alrededor del 50% (consulte 'Cómo
funcionan las unidades genéticas').
Desde 2014, los científicos han diseñado sistemas de control genético basados en CRISPR en mosquitos,
moscas de la fruta y hongos, y actualmente los están desarrollando en ratones. Pero
eso es solo el comienzo de la historia. Las preguntas sobre si un impulso genético es posible han sido
suplantadas por otras incógnitas: qué tan bien funcionarán, cómo probarlas y
quién debería regular la tecnología. Los impulsos genéticos se han propuesto como una forma de reducir o
eliminar las enfermedades transmitidas
por insectos, controlar las especies invasoras e incluso revertir la
resistencia a los insecticidas en las
plagas. Aún no se ha lanzado al mercado ninguna unidad de ingeniería
genética, pero en principio la tecnología podría estar lista en tres años a
partir de ahora, dice Crisanti. Colabora con Target Malaria, un consorcio
internacional de investigación sin fines de lucro que busca utilizar mosquitos
genéticos para el control de la malaria
en África.
No hay comentarios.: