Pez cavernícola ciego, posible nueva especie para la ciencia
Colombia Bio, como un proyecto estratégico de interés nacional que busca fomentar el conocimiento, conservación, manejo y aprovechamiento sostenible de la biodiversidad en los territorios Colombianos a través de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, está liderando las Expediciones Bio, una experiencia de conocimiento a través de la exploración de diversos ecosistemas con grandes vacíos de información a nivel nacional, principalmente en zonas de posconflicto.
En la expedición que se realizó en el Peñón, Santander en agosto de 2016, liderada por el Instituto de Investigaciones Biológicas de Colombia Alexander von Humboldt y en compañía de investigadores de la Universidad Nacional de Colombia, se registraron 10 posible nuevas especies para la ciencia entre las que se identificó un pez cavernícola ciego, perteneciente al género Trichomycterus, que fue encontrado durante los muestreos realizados en las cavernas Las Sardinas y Caracol en el municipio de El Peñón, Santander.
Lo más llamativo de este tipo de individuos es que cuentan con un único poro sensorial que reemplaza los ojos, y que su distribución geográfica es muy restringida, lo que lo hace muy vulnerable e implica su preservación y reconocimiento como patrimonio natural.
Dentro del grupo de especies de peces cavernícolas para Colombia, todas están reportadas para el departamento de Santander, a la fecha sólo se han descrito cinco especies de Trichomycterus con adaptaciones completa o parcialmente troglomorfas (adaptados a vivir en la oscuridad).
Una de las novedades con las que cuenta esta posible nueva especie para la ciencia que pertenece al género Trichomycterus, es la presencia de un único poro sensorial (conocido como i10) en la porción posterior del canal infra orbital, todas las demás especies pertenecientes al mismo género cuentan con dos poros en esta sección del canal infra orbital (i10, i11). Otras de sus diferencias que componen la diagnosis de la especie y que lo distingue entre unas y otras en Suramérica, son sus cambios anatómicos asociados a: radios pectorales, aletas, y el número de vertebras, entre otros caracteres que le permiten adaptarse a los medios de oscuridad permanente.
Debido a las condiciones kársticas (rocas calizas) del área, son muy pocos los cuerpos de agua superficiales que se encuentran en las inmediaciones del municipio de El Peñón, sin embargo los cuerpos de agua subterráneos son abundantes. Una de las técnicas que se utilizaron para colectar la especie en la zona, es conocida como el salabardo (una red de mano de aro metálico con malla de anjeo de ojo fino), el cual se introduce al agua para hacer barridos en sentido de la corriente en unas ocasiones, a contra corriente en otras y desde ahí hacia las orillas de las quebradas.
Lina Mesa, investigadora del Instituto Alexander von Humboldt y quién encontró esta especie en territorio santandereano, se refirió sobre la importancia que tienen estas exploraciones para la ciencia, “Es muy relevante poder reconocer la fragilidad intrínseca de la especie al tener una distribución tan restringida geográficamente, que contribuirá a documentar la historia geológica de la región y su relación con las cuencas hidrográficas vecinas”. La investigadora resalta que la región debe sentirse orgullosa de contar con la presencia de esta población de peces nuevos para la ciencia y debe estar comprometida a preservarlos y exhibirlos como patrimonio natural.
En la expedición que se realizó en el Peñón, Santander en agosto de 2016, liderada por el Instituto de Investigaciones Biológicas de Colombia Alexander von Humboldt y en compañía de investigadores de la Universidad Nacional de Colombia, se registraron 10 posible nuevas especies para la ciencia entre las que se identificó un pez cavernícola ciego, perteneciente al género Trichomycterus, que fue encontrado durante los muestreos realizados en las cavernas Las Sardinas y Caracol en el municipio de El Peñón, Santander.
Dentro del grupo de especies de peces cavernícolas para Colombia, todas están reportadas para el departamento de Santander, a la fecha sólo se han descrito cinco especies de Trichomycterus con adaptaciones completa o parcialmente troglomorfas (adaptados a vivir en la oscuridad).
Una de las novedades con las que cuenta esta posible nueva especie para la ciencia que pertenece al género Trichomycterus, es la presencia de un único poro sensorial (conocido como i10) en la porción posterior del canal infra orbital, todas las demás especies pertenecientes al mismo género cuentan con dos poros en esta sección del canal infra orbital (i10, i11). Otras de sus diferencias que componen la diagnosis de la especie y que lo distingue entre unas y otras en Suramérica, son sus cambios anatómicos asociados a: radios pectorales, aletas, y el número de vertebras, entre otros caracteres que le permiten adaptarse a los medios de oscuridad permanente.
Lina Mesa, investigadora del Instituto Alexander von Humboldt y quién encontró esta especie en territorio santandereano, se refirió sobre la importancia que tienen estas exploraciones para la ciencia, “Es muy relevante poder reconocer la fragilidad intrínseca de la especie al tener una distribución tan restringida geográficamente, que contribuirá a documentar la historia geológica de la región y su relación con las cuencas hidrográficas vecinas”. La investigadora resalta que la región debe sentirse orgullosa de contar con la presencia de esta población de peces nuevos para la ciencia y debe estar comprometida a preservarlos y exhibirlos como patrimonio natural.
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