La doble hélice del ADN revolucionó a la biología
Ha marcado de manera significativa avances en el área de la salud y el sector alimentario.
FUENTE: VANGUARDIA
Una de las mayores revoluciones en la biología fue el descubrimiento
de la doble hélice del ADN, molécula en la que reside la vida y la
información biológica de los seres vivos, señaló Francisco Bolívar
Zapata, miembro de El Colegio Nacional (ECN), al presentar el simposio
“La doble hélice del ADN, la molécula de la vida y sus revolucionarias
implicaciones”, en el que participó como coordinador y expositor.
Hoy,
las técnicas de ingeniería genética utilizan segmentos de esta doble
hélice para construir organismos transgénicos que asisten a diferentes
necesidades, ya que al portar genes de otro origen biológico adquieren
nuevas funciones.
En la actualidad las farmacias cuentan con más de cien medicamentos transgénicos para atender diversas problemáticas clínicas.
Por
otro lado, Bolívar Zapata sostuvo que los alimentos transgénicos son
inocuos a la salud, tanto los procesados como los naturales.
En
el simposio realizado ayer, que formó parte del segundo encuentro
“Libertad por el Saber” y que en esta ocasión lleva por título “Tiempos
de Revoluciones”, el biotecnólogo agregó que las plantas transgénicas y
sus productos se han consumido sin daño por cientos de millones de
humanos y miles de millones de animales por más de veinte años.
Han
permitido, además, señaló Bolívar Zapata, reducir el uso de
insecticidas químicos, muchos de los cuales producen cáncer. “Por todo
esto, las ciencias ómicas, entre ellas la genómica, nos han permitido un
avance revolucionario para la caracterización de los seres vivos,
destacó el integrante de la Academia Mexicana de Ciencias.
Revolución biotecnológica
Como
parte del simposio, Luis Herrera Estrella, investigador del Laboratorio
Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio,
Cinvestav-Irapuato), impartió la conferencia “La revolución
biotecnológica en la producción y calidad de los alimentos”, durante la
cual estableció que en el campo de la producción de alimentos se ha
presenciado más de una revolución biotecnológica.
“La primera fue la domesticación de los cultivos la cual fue lenta,
empírica y se llevó muchos cientos de años; después vino la segunda
revolución con el mejoramiento genético sistemático a partir del siglo
XX, que se logró gracias a la comprensión de las Leyes de Mendel, que se
basan en el estudio de las proporciones en las que se heredan las
características de los individuos, en las que hubo cruzas sistematizadas
para mejorar las cosechas de diferentes productos, como el tomate”.
Herrera
Estrella dijo que la tercera revolución fue la que se dio en los años
sesenta a través de uno de los pioneros en el área, Norman Borlaug, que
aumentó la producción de ciertos cereales hasta en cinco veces, pero
con consecuencias negativas, ya que para obtener tal producción hubo que
usar una gran cantidad de fertilizantes y agroquímicos.
“La
cuarta revolución son las plantas transgénicas o genéticamente
modificadas, lo que permite hacer cambios importantes en el mejoramiento
genético, como acumular los pigmentos de la uva, que tienen propiedades
antioxidantes, en tomates o prolongar la vida de anaquel de este fruto
hasta por 45 días”, añadió el investigador del Cinvestav.
Plantas transgénicas
De
acuerdo con Luis Herrera, existen plantas transgénicas que producen su
propio insecticidas biológico que afectan plagas que comen, por ejemplo,
hojas de maíz, que es inocua para animales y humanos y evita la
contaminación que producen los agroquímicos. Recordó que se registran
alrededor de 80 muertes al año en México por intoxicación por
insecticidas químicos, fallecimientos que se evitarían con los
insecticidas biológicos.
Otro avance que se puede tener,
añadió, “es producir alimentos con más vitaminas, como lo que se hace en
el sureste Asiático, donde 30 millones de niños son ciegos y la
población no tiene acceso a productos con vitamina A, sólo puede comer
arroz el cual fue modificado genéticamente y ahora contiene vitamina A
para evitar la ceguera”.
El investigador que participó en
la creación de la primera planta transgénica en el mundo, informó que
trabaja en otro problema de significativa importancia y que tiene que
ver con la contaminación causada por el uso de fertilizantes y
herbicidas, los cuales se requieren para alcanzar altos rendimientos en
todos los campos agrícolas en el mundo. Más de 45 millones de toneladas
de fertilizantes fosfatados son aplicados cada año.
Para
disminuir este problema él y su equipo de trabajo diseñaron un
fertilizante que solo puede utilizar el cultivo, lo hace más
competitivo, gracias a que se fertiliza de manera selectiva. Herrera
Estrella apuntó que el ser humano ha consumido alimentos transgénicos
desde hace 8 000 años y que a la fecha no existe evidencia de ser origen
de daños a la salud humana o animal.
El integrante de la
AMC consideró que hoy se vive la quinta revolución biotecnológica con la
edición de genómas, que tiene su origen en el uso de un sistema
bacteriano y que se revolucionará a través de la técnica Crispr-Cas9.
En
lo que se refiere a los alimentos, se pretende dotar a semillas como el
maíz con alteraciones o mutaciones con alta resistencia a la sequía,
por ejemplo.
Edición genómica
Xavier
Soberón Mainero, director general del Instituto Nacional de Medicina
Genómica (Inmegen), habló de la edición genética en la conferencia
“Convergencia entre secuencia masiva y edición de genes: ¿base para una
nueva medicina?”.
La edición genómica es una nueva
herramienta que revolucionará la medicina en beneficio de la salud
humana gracias a un impulso internacional de la genómica, aseguró
Soberón Mainero.
“Crispr-Cas está cambiando las reglas del
juego porque nos permite trabajar con todo tipo de organismos, no sólo
con los sistemas que tradicionalmente eran los modelos, ahora se ha
ampliado el campo de trabajo”, indicó el también miembro de la AMC.
Para
el investigador, esta nueva herramienta de edición del genoma es el
ejemplo más reciente y elocuente de un descubrimiento de ciencia básica
que origina tecnología altamente poderosa.
“Estamos
caracterizando la diversidad genética humana a una velocidad increíble”,
dijo el científico, que añadió: “Teníamos un primer genoma en el 2003,
pero ahora lo que se proyecta en los estudios internacionales es que a
finales de 2017 podría cerrar con un millón de genómas humanos completos
secuenciados, a partir de la información de todos los laboratorios en
el mundo. Esto ha permitido tener un catálogo en donde ya se conocen las
variaciones en el genoma humano porque es un mapa de diversidad
humana”.
Soberón Mainero sostuvo que con todos estos
avances, lo que sigue es la medicina: predictiva, preventiva,
personalizada y participatoria.
FUENTE: VANGUARDIA
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