Siembra de cultivos transgénicos aumenta en el país
Actualmente, 23 departamentos realizan cultivos con semillas modificadas genéticamente.
En Colombia, la adopción de maíz genéticamente modificado aumentó en un 17 % con respecto al año anterior. (Foto: Archivo/ VANGUARDIA LIBERAL)
Si bien los cultivos transgénicos son una técnica agrícola que se realiza desde 1996, los agricultores colombianos la emplean desde el 2000, con siembra de flores; 2002, con algodón, y 2007, con maíz.
En el mundo, el año pasado, se cultivaron 185,1 millones de hectáreas con semillas transgénicas, de las cuales 109.935 hectáreas se sembraron en Colombia, según cifras del Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, entre variedades de algodón e híbridos de maíz, así: 100.109 hectáreas de maíz, 9.814 hectáreas de algodón y 12 hectáreas de flores genéticamente modificadas.
“Los cultivos genéticamente modificados no solo han demostrado ser una herramienta para producir de una manera sostenible, sino también han incrementado la rentabilidad del agricultor, protegiendo sus cultivos de plagas, obteniendo cosechas más sanas y son, incluso, más amigables con el medio ambiente que los convencionales”, sostuvo María Andrea Uscátegui, directora ejecutiva de Agro-Bio.
Cultivos biotecnológicos
En el 2016, en Colombia, se sembraron 100.109 hectáreas de cultivos de maíz genéticamente modificado. Con respecto al 2015, esta práctica aumentó un 17 %; esto, según Agro-Bio, dado que los agricultores del país adoptan cada vez más la siembra de cultivos transgénicos a través de nuevas tecnologías que faciliten el desarrollo de una agricultura sostenible.
El año pasado, Meta (24.169 ha), Córdoba (22.876 ha) y Tolima (18.327 ha) fueron los departamentos con más siembras biotecnológicas; no obstante, en Santander, se cultivaron 1.379 hectáreas de maíz modificado genéticamente, siendo la novena región, de 23 departamentos que emplean esta técnica, con este tipo de cultivos. Con relación a la siembra de algodón y flores, el departamento no registra datos.
Pero esos no son los únicos beneficios. Un informe entregado por el Servicio Internacional de Adquisición de Aplicaciones de Agrobiotecnología, Isaaa (por sus siglas en inglés), resaltó que la adopción de los cultivos biotecnológicos reduce las emisiones de dióxido de carbono.
Además, informó Isaaa, este tipo de cultivos disminuye el impacto ambiental, mediante reducciones del 19 % en el uso de insecticidas y herbicidas.
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