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Los jóvenes que buscan incentivar el consumo de insectos en Colombia

Harina de grillo y platos con mojojoy, entre las opciones que ofrece la entomofagia en el país.

Con la harina de grillo se puede sustituir entre un 10% a 30% de la mezcla original para hacer repostería y panadería.

En la actualidad el consumo de insectos, o entomofagia, está cobrando cada vez un mayor interés por su aporte nutricional. Según la nutricionista y consultora en alimentación saludable Paola Contreras, los insectos pueden proporcionar hasta el 76% de la cantidad diaria requerida de proteínas y casi el 100% de la cantidad diaria recomendada de vitaminas.

De acuerdo a datos disponibles de informes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los insectos más consumidos en el mundo son los escarabajos (31%), las orugas (18%), las abejas, avispas y hormigas (14%) y los saltamontes, las langostas y los grillos con un (13%).

Y fueron precisamente los grillos, los insectos escogidos por Diego Cruz y Yovanna Serrato, dos jóvenes que realizaron sus pregrados en biología y microbiología industrial, respectivamente, en la Universidad Javeriana, con el fin de crear una nueva forma de usarlos para el consumo humano, por medio de una especie de harina. 

Con esta harina de grillo se puede sustituir entre un 10% a 30% de la mezcla original para hacer repostería y panadería, incluyendo la harina para la masa de la pizza, pancakes o arepas. O se puede añadir dos cucharas de este producto a cualquier bebida fría o caliente, o mezclar con ensaladas o sopas”, afirma Cruz.

Además, según sus creadores, con esa porción de dos cucharadas se obtendría la misma cantidad de proteína que hay en una porción de carne de res, pollo o cerdo, con la gran ventaja de que es un producto 100% natural, libre de antibióticos, hormonas y con una huella de carbono significativamente inferior a las fuentes de proteína tradicional.

“El contenido nutricional de los insectos es comparable con la carne. La proteína de grillo por ejemplo, tiene una alta cantidad de un aminoácido denominado arginina que desempeña un papel fundamental en funciones celulares como el crecimiento y la reparación muscular, la reducción de grasa, la mejora del sistema inmunológico, así como de la circulación sanguínea”, asegura Contreras

Los productos derivados de insectos son ricos en ácidos grasos monoinsaturados y ácidos grasos poliinsaturados (PUFA).

En la actualidad estos jóvenes emprendedores tienen una granja de grillos en La Mesa (Cundinamarca) y esperan extender su idea a todo el país, mediante un proyecto denominado ‘Alimenta Colombia’, con el que buscan aportar alternativas para combatir los problemas de desnutrición en Colombia a través de los insectos, enseñándole a aquellas personas que estén interesadas en la crianza de estos. Para esta iniciativa lanzarán en los próximos días una campaña de Crowdfunding en la que podrán participar ingresando a su página web ‘Arthrofood’.

“Queremos que las personas aprendan que los insectos son altamente nutritivos no solo en proteínas, sino también en minerales como Hierro, Calcio y Zinc y ácidos grasos como omega 3 y 6 que son importantes para el buen desarrollo del cerebro y evitar enfermedades como la anemia en los niños”, apunta Cruz.

Con esta iniciativa, Cruz y Serrato fueron ganadores de los Premios Everis Colombia- que reconocen los proyectos con emprendimiento e innovación- en la categoría de biotecnología y salud y representarán al país en los Premios Everis Global en España.

Yovanna Serrato y Diego Cruz.

Otras propuestas para el consumo de insectos


El chef Juan Santiago Gallego del restaurante La Chagra, ubicado en Medellín, tiene una propuesta basada en los sabores amazónicos y en diversos platos que ofrece, usa como materia prima o como complementos los insectos.

Uno de los platos en los que usa este tipo de animales es en el ‘Pachamama’, que hace parte del menú de degustación ‘Pasión amazónica’. La receta contiene mojojoy (como se le conoce a las larvas provenientes de varios cucarrones coleoptera que crecen en las palmas) bañado en salsa de yuca brava y hormiga arriera.

"No es fácil cambiar la dieta de las personas, y en el país la mayoría son escépticos frente al consumo de insectos y su valor nutricional. Aquí tenemos la mente todavía muy cerrada para experimentar con este tipo de alimentos, sin embargo se debe incentivar el uso de estos animales en la comida tradicional”, asevera Gallego.¿Es seguro consumir este tipo de animales?

Según la FAO, no se conocen casos de transmisión de enfermedades o parasitoides a humanos derivados del consumo de insectos (siempre que los insectos hayan sido manipulados en las mismas condiciones de higiene que cualquier otro alimento). No obstante, pueden producirse alergias comparables a las alergias a los crustáceos, que también son invertebrados.

Desde la creación de nuevas recetas y menús en los restaurantes, hasta el diseño de nuevos productos alimenticios, el sector de la alimentación desempeña un importante papel a la hora de consolidar la idea de los insectos como fuente real y saludable de alimentación y la relevancia de acercarlos a la población mundial, no solamente a quienes se atreven a experimentar con platos exóticos sino también enseñando sobre su consumo en el día a día, en un mundo en el que más de 800 millones de personas padecen de hambre y en el que estos animales se convierten en una alternativa de consumo para todo tipo de población. 



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