Animales del fondo del mar tienen visión super poderosa
Contrario a lo que se
asumía, a partir de cierta profundidad, la visión de los peces se hace cada vez
más especializada, gracias a la presencia en grandes cantidades de una proteína
en la retina capaz de identificar hasta las luces más tenues.
Pez Malcarado plateado
Una investigación encontró que los peces que
habitan en las profundidades del océano,
a donde no llega la luz solar,
tienen “un aumento extraordinario en el número de genes para opsinas de varilla, unas proteínas de la retina que detectan la
luz tenue”. Esto quiere decir que, contrario a lo que se creía hasta ahora –que
estos animales tienen la visión atrofiada– su genética parece indicar que tienen una visión sumamente sensible.
Cuando el océano alcanza los
mil metros de profundidad, la luz
solar deja de llegar. Abajo de esa frontera invisible, hay todo un universo de animales y plantas que han evolucionado para vivir en condiciones
que, paras criaturas que dependemos de la luz del sol, parecen extremas. Hasta ahora, existía un
cuerpo de evidencia que mostraba que cuando los peces descendieron para vivir
en estas profundidades, perdieron los ojos.
No obstante, había varias criaturas
que sí tenían ojos, y, de hecho, es bastante común que en el fondo del mar
los animales y plantas sean sus propias fuentes
de luz, a través de la llamada energía
biolumínica, que se caracteriza por sus tonos azules y verdes,
frecuencias de luz difíciles de percibir para nuestros estándares.
La causa para que esta luz
tenue sea tan difícil de captar para la mayoría de vertebrados, reside en que nuestros ojos solo tienen una o dos proteínas capaces de percibir luces tenues. Estas proteínas
son llamadasopsinas, y se ubican en un gen llamado RH1 opsina.
Para investigar si estos animales podían verlas, Walter
Salzburger, de la Universidad de Basel en Suiza, estudió genéticamente a 101 especies de peces,
incluidos cuatro que viven en las profundidades
oscuras del océano: el pez linterna, un pez ojo de tubo y dos especies de
espinosas. Para estos cuatro, los investigadores decodificaron la totalidad de
sus genes.
Fue así como se dieron cuenta de que estos peces tenían al menos cinco genes RH1, y uno, la espina
de plata (Diretmus argenteus), tenía 38. K. Kristian
Donner, biólogo sensorial de la Universidad de Helsinki que participó en la
investigación, dijo a Science que "[este fenómeno] no se conoce en la visión de los vertebrados".
La investigación demostró
además la forma como estos genes
adicionales han evolucionado. De acuerdo con el paper, “esos genes se han
diversificado para producir proteínas
capaces de capturar cada fotón posible en múltiples longitudes de onda”.
Es decir: sus retinas están equipadas con proteínas que les permiten ver
frecuencias de onda que otros vertebrados no podemos. EStos animales ven el
fondo del mar a vivo color.
Otro hecho interesante de esta investigación, es que las cuatro
especies de aguas profundas
pertenecen a tres ramas diferentes del árbol de la familia de peces. "Esto indica que los animales que
viven en ambientes de luz extrema
pueden estar sujetos a presiones selectivas
naturales extremas para mejorar el rendimiento visual", dijo a Science
Eric Warrant, ecólogo visual de la Universidad de Lund en Suecia, quien también
fue coautor.
En últimas, este hallazgo pone en entredicho la idea que existía
de que entre más profundo vive un animal, peor
es su visión. Si bien hasta ahora los datos demostraron eso, la
investigación demuestra que las relaciones entre luz y evolución son mucho más complejas de lo que se creía.
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