Cadena de frío se monitorea con internet de las cosas
Con el diseño de un framework –conjunto de herramientas compuesto por sensores, un lector RFID y un servidor en la nube– se puede hacer un seguimiento a la temperatura en la que se conservan productos alimenticios durante la cadena de distribución.
El framework que se diseño en un conjunto de herramientas que permite monitorear la temperatura a la que se transportan productos alimenticios. Foto: Archivo Unimedios |
El internet de las cosas (IoT por
sus siglas en inglés) se refiere a la interconexión de objetos cotidianos en la
red, como una forma de cerrar la brecha entre el mundo real y el informático.
Su finalidad es adquirir datos para ponerlos a disposición de los usuarios o de
otras aplicaciones, para temas como el monitoreo del clima, la detección de los
niveles de ruido en las ciudades o el registro de la contaminación del
aire.
Aplicar esta tecnología para
hacerle un seguimiento a la temperatura que deben mantener los alimentos para
estar bien conservados durante el transporte es la intención de Óscar Andrés
Urbano Vallejo, magíster en Ingeniería Electrónica de la Universidad Nacional
de Colombia (U.N.), quien diseñó un sistema compuesto por módulos de hardware y software que
permitieron recolectar esa información durante el recorrido.
“Se llama framework porque de cierta manera es como un esqueleto o una base de la que se puede partir para crear un sistema grande, aplicable a una industria real”, explica el investigador, quien detalla que este se compone de sensores, gateways (enlaces) y de un sistema de información (la nube) para monitorear y guardar las mediciones de temperatura.
La idea es ofrecer una
alternativa a los costosos equipos de monitoreo, que rondan los 50 y 100 euros,
con el diseño de sensores basados en etiquetas y gateways que
implementan tecnología de identificación por radiofrecuencia o RFID (del inglés
Radio Frequency Identification), lo que convierte los sensores en etiquetas
económicas –cerca de 2 euros– que acumulan los datos y pueden ser leídos
de manera inalámbrica y sin línea de vista.
El investigador ya había
trabajado con esta tecnología en el Grupo de Investigación en Compatibilidad
Electromagnética de la U.N., en el proyecto de “Plataforma de control
inteligente vVehicular”, en el cual se implementó la tecnología RFID para
identificar los vehículos y recolectar los datos que se subían a la nube para
procesarlos en forma de sistemas inteligentes de transporte.
“En este caso la idea es similar, solo que se va a monitorear la temperatura en cadena de frío y los datos que van a estar disponibles quedan para aplicaciones dedicadas a empresas relacionadas con la industria alimenticia”, señala el magíster.
Es así como el sensor, que se introduce
en una de las cajas de la carga, está tomando datos continuamente sobre la
temperatura durante el trayecto y los almacena en la memoria.
“Cuando llegan al punto de entrega, los datos se extraen al pasar por el gateway (o lector RFID) y se suben a la nube, donde quedan disponibles a través de un sitio web para las empresas de alimentos y en últimas para el consumidor, quien también debe estar preocupado por la calidad de los productos que adquiere”, manifiesta el investigador Urbano.
Naranjas de calidad
Este sistema se puso a prueba en
el Instituto Universitario de Ingeniería de Alimentos para el Desarrollo, de la
Universidad Politécnica de Valencia, para transportar naranjas. Para esto se
instaló un prototipo del dispositivo en una caja de naranjas enviada desde
Valencia (España) hasta Cork (Irlanda).
Esta prueba duró 8,8 días, tiempo
que tardó el producto en llegar a su destino final, en el que se registró la
temperatura a la que estuvo expuesto durante el recorrido; estos datos
permitieron inferir que el producto llegó en buenas condiciones, lo que fue
certificado por el personal que finalmente lo recibió.
Gracias a este proyecto el
magíster ha recibido varias propuestas para presentar el framework desarrollado
a convocatorias de emprendimiento en Valencia (España). A pesar de que por
temas de trabajo se mudará a Francia, como el sistema es propiedad intelectual
de la U.N. y de la Universidad Politécnica de Valencia, ambas instituciones
podrían aprovechar esta oportunidad.
No hay comentarios.: