Expedición científica al Bajo Guaviare
La zona, que fue el campo de batalla de los frentes Primero, 16 y 44 de las Farc, será el primer destino de la Expedición Colombia Ciencia y Paz 2017. La travesía arrancó ayer y Colombia 2020 los acompaña.
La frontera científica parece abrirse en el horizonte de las selvas, los bosques, las cordilleras y los ríos. Un panorama inexplorado en Colombia por cuenta de la confrontación armada entre la Fuerza Pública, las guerrillas y los paramilitares. En el triángulo natural que forma la cuenca del río Guaviare en las fronteras de los departamentos de Guaviare, Guainía y Meta arrancó ayer la primera expedición científica del posacuerdo con las Farc.
Antropólogos, sociólogos, biólogos, enfermeros, médicos, ecólogos y geógrafos, de las mejores universidades del país, recorrerán durante 18 días las trincheras naturales de la guerra para hablar con quienes sobrevivieron a la violencia.
Por eso en esta expedición las líneas de investigación serán tres: “dinámicas ecosistémicas, centradas en el tema de biodiversidad, uso y conservación de recursos naturales; dinámicas territoriales, relacionadas con la sociedad y la naturaleza; y memoria, conflicto y paz, que buscan entender los antecedentes históricos de la confrontación, pero también las proyecciones que tienen las asociaciones en la reconstrucción del tejido social”, explica Sebastián Gómez, miembro del equipo del Centro de Alternativas al Desarrollo (Cealdes), la organización que promueve este viaje, fundada sin fines de lucro y conformada por estudiantes de Ecología de la Universidad Javeriana de Bogotá y miembros de las comunidades amazónicas de Valencia (Colombia) y Sacambú (Perú).
Esta comisión de científicos se detendrá en comunidades indígenas como Siare, Corocoro, Carpintero y Caño Caimán, donde se arraigaron tres de las 34 etnias que están cerca de desaparecer en el país: sikuani, jiw y nukak, cuya lengua autóctona es el mitua y su familia lingüística la guahibo, la misma que los guerrilleros de las Farc tuvieron que aprender para poder interactuar con los nativos.
Aunque la frontera científica del Amazonas colombiano no está del todo abierta, por la presencia activa del frente Primero de las Farc (disidente del Acuerdo de Paz y que opera en esa región), en los últimos meses, cuando la confrontación entre la guerrilla y el Ejército bajó a cero, se han registrado recorridos de investigadores independientes por el Parque Nacional Natural Chiribiquete (que abarca Guaviare y Caquetá) y no se descarta la llegada de expertos que trabajan para empresas extranjeras, como ocurrió recientemente en el Guaviare.
“Nuestro interés es que la investigación esté al servicio de las comunidades que durante tanto tiempo han sido víctimas de la guerra”. Es uno de los objetivos de la expedición, menciona Gómez.
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