Crecen los cultivos transgénicos
No aceptados por todos, han ganado terreno desde hace 21 años que se introdujeron los primeros cultivos modificados genéticamente y hoy están en todos los continentes.
Con la nueva tecnología Crisp o edición genética se acelerarán el desarrollo de nuevos cultivos y animales biotecnológicos. En la foto, algodón. FOTO M. BEAUREGARD
En 2015, en el mundo se sembraron 179,7 millones de hectáreas cultivadas con semillas transgénicas. De ellas, 109.935 hectáreas se cultivaron en Colombia con semillas de maíz y algodón genéticamente modificado.
La información fue revelada en su informe anual por el Servicio Internacional de Adquisición de Aplicaciones de Agrobiotecnología, Isaaa (por sus siglas en inglés).
Un avance que, aparte de los productos vegetales, comienza a extenderse a la vida animal, con la introducción en Estados Unidos de un salmón que se desarrolla en 18 meses, frente a los 36 del natural.
21 años de comercialización los cultivos biotecnológicos muestran un aumento de 110 veces la tasa de adopción, al registrarse un incremento de 1,7 millones de hectáreas en 1996 a 185,1 millones en 2016.
Los cultivos “no solo han demostrado ser una herramienta para producir de una manera sostenible, sino también han incrementado la rentabilidad del agricultor, protegiendo sus cultivos de plagas, obteniendo cosechas más sanas, que son incluso más amigables con el medio ambiente.” dijo María Andrea Uscátegui, directora ejecutiva de la organización Agro-Bio.
Y aunque en el país los llamados ‘transgénicos’ son en esencia maíz y algodón, en el mundo aparecen nuevos productos biotecnológicos para sortear distintas dificultades durante el cultivo e incluso en el consumo.
Con la manzana y las nuevas variedades de papa transgénica, los consumidores tendrán una alternativa más, pues son productos con una menor tendencia a dañarse, reduciendo el desecho de alimentos y los costos.
Un campo de desarrollo científico que no ha estado exento de discusiones, críticas y prohibiciones. En algunos países europeos, por ejemplo, aún hay reticencia a su siembra, motivada entre otros por organizaciones ciudadanas. Al mismo tiempo, quienes creen en ellos, se lamentan de las demoras y trabas que surgen en ocasiones para la introducción de nuevos productos a pesar, sostienen, de todas las evidencias científicas sobre su seguridad.
El informe anual entregado por Agro-Bio resaltó que la adopción de los cultivos biotecnológicos redujo las emisiones de CO2, equivalente en años recientes a eliminar cerca de 12 millones de automóviles por año de las carreteras. También, reveló, permitió conservar la biodiversidad, porque hubo 19,4 millones de hectáreas de tierra menos dedicadas a la agricultura en 2015 y disminuyó el impacto ambiental mediante reducciones del 19 % en el uso de insecticidas y herbicidas.
En el país
En Colombia se siembran dos de los cuatro principales cultivos que hay en el mundo: algodón y maíz. Los otros son soya y canola.
El país adoptó los biotecnológicos desde 2000, recordó Uscátegui, y desde entonces existe legislación para su evaluación y aprobación.
Los agricultores colombianos aumentaron la adopción y siembra de transgénicos en 2016.
Ese año, según el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), se sembraron 109.935 hectáreas entre variedades de algodón e híbridos de maíz: 100.109 hectáreas de maíz, 9.814 hectáreas de algodón y 12 hectáreas de flores genéticamente modificadas.
Se pasó de 21 a 23 departamentos que cultivaron este tipo de semillas modificadas. Los principales departamentos biotecnológicos fueron Meta, Córdoba y Tolima.
En el primero se sembraron 24.169 hectáreas de maíz GM; en Tolima 18.327 hectáreas de maíz y 5.281 hectáreas de algodón; y en Córdoba fueron 22.876 hectáreas de maíz y 3.859 hectáreas de algodón.
Son solo 12 hectáreas de flores genéticamente modificadas, porque van a un mercado específico de Asia y Europa. Son rosas azules.
En Antioquia
En este departamento, los cultivos modificados llegaron en 2011. Desde entonces se ha sembrado más maíz que algodón y el área ha crecido de 284 hectáreas a 694 el año pasado, cuando se duplicaron las hectáreas de maíz.
En el país, explicó la directora de Agro-Bio, en 2016 los cultivos de algodón descendieron debido a temas de comercialización, y a que los agricultores dejaron de recibir el precio mínimo de garantía por parte del gobierno y debieron atenerse a los precios internacionales.
La adopción de los cultivos de maíz aumentó 17% con respecto a 2015.
El maíz que se cultiva en el país va tanto para consumo de animales como para el de los humanos.
Aunque existe la creencia de que solo se siembran en grandes extensiones de tierra, no es así dijo Uscátegui “sobre todo teniendo en cuenta que este es un país de pequeños agricultores. Todo tipo pequeño, mediano o grande, puede tener acceso a estas semillas. Debemos tener en cuenta que los cultivos genéticamente modificados en Colombia, son maíz y algodón y estos, en su mayoría, son de pequeños agricultores. Por ejemplo, en algodón los agricultores manejan un promedio de 4 hectáreas; y en maíz hay grandes, medianos y pequeños”.
Clive James, director de Isaaa, describió en el reporte que “18 millones de agricultores sembraron cultivos biotecnológicos todos los años” entre 1996 a 2015. El 90%, agregó, fueron pequeños
Para Agro-Bio, los biotecnológicos son la tecnología adoptada con mayor rapidez en la historia de la agricultura.
Desarrollos
El desarrollo de un nuevo cultivo tarda años en investigación en la fase de ensayo y aprobación, pero la actividad es continua.
En Estados Unidos ya se comercializan el maíz tolerante a la sequía, la soya con omega 3, la soya que produce aceites mucho más estables que no necesitan hidrogenación y este año se introdujeron la manzana y la papa, que tienen un proceso de oxidación más lento para evitar el desperdicio.
La introducción de un desarrollo depende del mercado y de qué tanto dure el proceso de aprobación, que es de 3 a 5 años por lo general.
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