Colombia deforestó 124.035 hectáreas de bosque en el 2015
La tasa anual de este índice en el país se redujo en un 12 por ciento respecto al año anterior.
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de
Colombia (Ideam), presentó, este lunes, un informe con los resultados más
recientes del monitoreo de deforestación en el país, el cual permitió
identificar que, para el año 2015, se perdieron 124.035 hectáreas de bosque.
Pese a lo alarmante de esta cifra, que en superficie corresponde a
un área similar a la del departamento del Quindío, el estudio también reveló que, en
relación con el 2014, hubo una reducción del 12 por ciento en el índice de
deforestación en Colombia, cuando se perdieron 140.356 hectáreas.
Las cifras reportan que la deforestación durante el 2015 se
concentró en las regiones del Amazonía, con el 46 por ciento, y en la región
Andina, con el 24 por ciento. Frente al 2014, en esas dos zonas hubo una
reducción del 9 por ciento en el mismo indicador.
Otro de los resultados que arrojó la investigación indica que la
región con mayor pérdida neta de bosques en el 2015 fue la del Caribe, con
16.785 hectáreas deforestadas, equivalentes al uno por ciento de áreas de
bosque seco tropical.
A nivel departamental, “en cinco departamentos, Caquetá,
Antioquia, Meta, Guaviare y Putumayo, se concentra el 60 por ciento de la
deforestación nacional. Mientras
que a nivel municipal, para este mismo año, 704 municipios registraron al menos
una hectárea deforestada”.
De acuerdo con Omar Franco, director del Ideam, las causas de
deforestación son principalmente cuatro: “La minería ilegal, que tiene alta
presencia en la región del pacifico, los cultivos ilícitos, la tala ilegal y
los incendios forestales”.
Por su parte, Luis Gilberto Murillo, ministro de Ambiente y
Desarrollo Sostenible, aseguró que el Gobierno está trabajando en varias
direcciones para mitigar el impacto ambiental de la deforestación. Algunas de
estas son políticas públicas para garantizar una mayor articulación de las
comunidades que habitan zonas deforestadas, incentivos para el pago por
servicios ambientales y crear programas específicos en conservación de
ecosistemas.
Finalmente, Murillo agregó que “la meta es llegar al año 2030
con una tasa de deforestación cero y asimismo establecer un programa que
incorpore a los grupos desmovilizados, en un escenario de posconflicto, para
que se conviertan en protectores de bosques”.