¿Por qué no Colombia, una Wakanda?
Solo considerar posible en el siglo V una tecnología que permitiera comunicarse desde un extremo del mundo al otro en cuestión de segundos, era algo inverosímil; sin embargo, hoy es completamente normal tomar el celular y comunicarse con alguien que se encuentra a millones de kilómetros de distancia.
Una fuerte convicción puede lograr lo que parece inconcebible; una idea que desafíe los paradigmas de lo conocido puede generar una transformación trascendente, capaz de cambiar el medio de comunicación de a pie a llamadas holográficas en los próximos años. Hoy se necesita materializar la notable combinación de imaginación y creación para transcender de las realidades obvias hacia nuevos horizontes de conocimiento y desarrollo, soñar con aquello que no existe y preguntarse, ¿por qué no?
Así es como Leonardo da Vinci logró concebir ideas que parecen futuristas, gracias a su capacidad de pensar en cosas más allá de lo evidente; muchas de ellas no se llevaron a la práctica por ser demasiado revolucionarias o imposibles según sus congéneres. Algunos de sus inventos van desde la bicicleta, la escafandra, el tornillo aéreo (helicóptero), las máquinas voladoras, los cañones múltiples, el carro blindado, el automóvil de madera autopropulsado, el tornillo sin fin, y el paracaídas, hasta la concepción de una ciudad ideal, que aún hoy sugiere soluciones para las llamadas ciudades inteligentes o eficientes.
Cómo no aprovechar el enorme potencial de la biodiversidad biológica, cultural y social colombiana para cruzar las fronteras del conocimiento y promover el progreso de la humanidad conservando la armonía con el entorno, hacer real “Wakanda”, un país ficticio creado por Marvel, altamente desarrollado en completo equilibrio con la naturaleza, que respeta sus tradiciones, y aprovecha su entorno para generar transformaciones vitales en armonía, ¿por qué no?
Y es que ya se han encontrado evidencias de que es posible. En el país, se estudian miles de alternativas de generación de energía, producción de alimentos, creación de biofármacos, sistemas inteligentes para dinamizar sectores estratégicos, y tratamientos personalizados de salud, entre muchas otras, que requieren de infraestructuras computacionales robustas, y equipos de trabajo altamente especializados para ser desarrolladas y apropiadas con el objetivo de atender las necesidades en términos sociales, académicos, industriales y gubernamentales.
Pensando en esto, fue creado el Centro de Bioinformática y Biología Computacional de Colombia BIOS, entendiendo la importancia de conservar “la autonomía intelectual como una condición indispensable para salvaguardar la soberanía nacional en un contexto dentro del cual el crecimiento económico global depende en forma cada vez mayor del dominio del conocimiento, y la tecnología” una premisa expuesta por la Presidencia de la República de Colombia, el DNP y Colciencias en la “Visión Colombia II Centenario”. Entendiendo que la generación de conocimiento y la analítica de grandes volúmenes de información son fundamentales para definir estrategias nacionales eficientes, priorizar políticas de Estado y garantizar el progreso social y económico de la nación.
Este nuevo conocimiento permitirá crear carros alimentados por microorganismos que absorban luz solar y la conviertan en electricidad, proteínas animales sin sacrificar ningún ser vivo, algas fotoluminicentes que iluminen las calles de las ciudades, disponer de madera sin tener que talar un solo árbol, acceder a información genética tan fácilmente como un hemograma, diagnosticar predisposiciones genéticas a padecer ciertas enfermedades, personalizar tratamientos médicos, diseñar alimentos a la medida del metabolismo de cada individuo, monitorear variables ambientales y comportamientos sociales para crear soluciones con miras a mitigar los efectos de la contaminación, detectar patrones de comportamiento humano que adviertan delitos e incrementar la seguridad.
Actualmente, BIOS trabaja en materializar este futuro desarrollando proyectos que cambien la historia y creen una realidad en la que la tecnología y la naturaleza estén en equilibrio.
Tan relevante es esta apuesta, que el filántropo Bill Gates reconoció la importancia de BIOS, y vinculó a Microsoft como socio fundador del Centro, siguiendo su premisa de “hacer realizables los sueños”.
BIOS trabaja en 4 áreas: Biotecnología, Bioingeniería, Ciencia de Datos y Bioeconomía, implementando proyectos como: Movilidad Inteligente e Incluyente a través del uso de tecnologías de internet de las cosas; Sistema de Alertas tempranas con tecnología que busca prevenir pérdidas humanas y materiales frente a deslizamientos de tierra; “ORIGEN” el cual pretende estudiar el genoma humano colombiano para impactar políticas públicas del sector salud; y la aplicación de Inteligencia Artificial para agilizar procesos bioinformáticos que permitan crear productos en menor tiempo a partir de la riqueza natural del territorio.
Todo esto, requiere apoyo gubernamental e institucional, el cual se traduce directamente en el nivel de desarrollo de un país, ya que la inversión constante en actividades de I+D+i permite incrementar el progreso de los territorios y convertirlos en países desarrollados. Una nación sin ciencia y tecnología difícilmente alcanzará el progreso, es así que países altamente desarrollados cuentan con centros de investigación, desarrollo tecnológico e innovación, que dependen de la estrategia gubernamental para garantizar su permanencia y la construcción de escenarios que faciliten materializar el futuro.
Un caso es el NIH (National Institutes of Health), fundado en 1887, hoy es uno de los centros más grandes del mundo en investigación médica. Cuenta con 27 institutos que dependen presupuestalmente del Gobierno de los Estados Unidos que invierte aproximadamente 30.000 millones de dólares anuales en investigación. Otro es la Agencia Japonesa de Ciencia y Tecnología que depende de la financiación gubernamental y se dedica a la investigación y el desarrollo, creada con el objetivo de reducir la dependencia de las instituciones locales de las tecnologías extranjeras e impulsar la transferencia tecnológica de sus investigaciones al sector privado.
No es casualidad que los países que más invierten en I+D, sean los mismos que poseen las empresas más competitivas del mercado a nivel global (Forbes). En todo el planeta, esta inversión es clave para propiciar el crecimiento económico sostenible y sustentable de un país.
La OCDE en su estudio de políticas de innovación, evidencia la importancia de financiar los Centros de Desarrollo Tecnológico a largo plazo bajo el modelo de consorcios industriales y académicos para trabajar en áreas de relevancia que permitan la generación de nuevos productos y la apropiación tecnológica. Este modelo denominado ERC, requiere capacidades tecnológicas muy avanzadas.
Alrededor de este propósito se deben articular recursos, capacidades, y esfuerzos para lograr que Colombia incremente sus stocks de conocimiento aplicado para aumentar sus ingresos y mejorar las condiciones de equidad y calidad de vida de sus ciudadanos. Con los ojos puestos en este objetivo, BIOS trabaja en la misión de promover el desarrollo y la apropiación científica y tecnológica para materializar lo que parece ficción.
¿Por qué no soñar a Colombia como una Wakanda?
FUENTE: PORTAFOLIO
Centro de Informática y Biología Computacional - BIOS
Una fuerte convicción puede lograr lo que parece inconcebible; una idea que desafíe los paradigmas de lo conocido puede generar una transformación trascendente, capaz de cambiar el medio de comunicación de a pie a llamadas holográficas en los próximos años. Hoy se necesita materializar la notable combinación de imaginación y creación para transcender de las realidades obvias hacia nuevos horizontes de conocimiento y desarrollo, soñar con aquello que no existe y preguntarse, ¿por qué no?
Así es como Leonardo da Vinci logró concebir ideas que parecen futuristas, gracias a su capacidad de pensar en cosas más allá de lo evidente; muchas de ellas no se llevaron a la práctica por ser demasiado revolucionarias o imposibles según sus congéneres. Algunos de sus inventos van desde la bicicleta, la escafandra, el tornillo aéreo (helicóptero), las máquinas voladoras, los cañones múltiples, el carro blindado, el automóvil de madera autopropulsado, el tornillo sin fin, y el paracaídas, hasta la concepción de una ciudad ideal, que aún hoy sugiere soluciones para las llamadas ciudades inteligentes o eficientes.
Cómo no aprovechar el enorme potencial de la biodiversidad biológica, cultural y social colombiana para cruzar las fronteras del conocimiento y promover el progreso de la humanidad conservando la armonía con el entorno, hacer real “Wakanda”, un país ficticio creado por Marvel, altamente desarrollado en completo equilibrio con la naturaleza, que respeta sus tradiciones, y aprovecha su entorno para generar transformaciones vitales en armonía, ¿por qué no?
Y es que ya se han encontrado evidencias de que es posible. En el país, se estudian miles de alternativas de generación de energía, producción de alimentos, creación de biofármacos, sistemas inteligentes para dinamizar sectores estratégicos, y tratamientos personalizados de salud, entre muchas otras, que requieren de infraestructuras computacionales robustas, y equipos de trabajo altamente especializados para ser desarrolladas y apropiadas con el objetivo de atender las necesidades en términos sociales, académicos, industriales y gubernamentales.
Pensando en esto, fue creado el Centro de Bioinformática y Biología Computacional de Colombia BIOS, entendiendo la importancia de conservar “la autonomía intelectual como una condición indispensable para salvaguardar la soberanía nacional en un contexto dentro del cual el crecimiento económico global depende en forma cada vez mayor del dominio del conocimiento, y la tecnología” una premisa expuesta por la Presidencia de la República de Colombia, el DNP y Colciencias en la “Visión Colombia II Centenario”. Entendiendo que la generación de conocimiento y la analítica de grandes volúmenes de información son fundamentales para definir estrategias nacionales eficientes, priorizar políticas de Estado y garantizar el progreso social y económico de la nación.
Este nuevo conocimiento permitirá crear carros alimentados por microorganismos que absorban luz solar y la conviertan en electricidad, proteínas animales sin sacrificar ningún ser vivo, algas fotoluminicentes que iluminen las calles de las ciudades, disponer de madera sin tener que talar un solo árbol, acceder a información genética tan fácilmente como un hemograma, diagnosticar predisposiciones genéticas a padecer ciertas enfermedades, personalizar tratamientos médicos, diseñar alimentos a la medida del metabolismo de cada individuo, monitorear variables ambientales y comportamientos sociales para crear soluciones con miras a mitigar los efectos de la contaminación, detectar patrones de comportamiento humano que adviertan delitos e incrementar la seguridad.
Actualmente, BIOS trabaja en materializar este futuro desarrollando proyectos que cambien la historia y creen una realidad en la que la tecnología y la naturaleza estén en equilibrio.
Tan relevante es esta apuesta, que el filántropo Bill Gates reconoció la importancia de BIOS, y vinculó a Microsoft como socio fundador del Centro, siguiendo su premisa de “hacer realizables los sueños”.
BIOS trabaja en 4 áreas: Biotecnología, Bioingeniería, Ciencia de Datos y Bioeconomía, implementando proyectos como: Movilidad Inteligente e Incluyente a través del uso de tecnologías de internet de las cosas; Sistema de Alertas tempranas con tecnología que busca prevenir pérdidas humanas y materiales frente a deslizamientos de tierra; “ORIGEN” el cual pretende estudiar el genoma humano colombiano para impactar políticas públicas del sector salud; y la aplicación de Inteligencia Artificial para agilizar procesos bioinformáticos que permitan crear productos en menor tiempo a partir de la riqueza natural del territorio.
Todo esto, requiere apoyo gubernamental e institucional, el cual se traduce directamente en el nivel de desarrollo de un país, ya que la inversión constante en actividades de I+D+i permite incrementar el progreso de los territorios y convertirlos en países desarrollados. Una nación sin ciencia y tecnología difícilmente alcanzará el progreso, es así que países altamente desarrollados cuentan con centros de investigación, desarrollo tecnológico e innovación, que dependen de la estrategia gubernamental para garantizar su permanencia y la construcción de escenarios que faciliten materializar el futuro.
Un caso es el NIH (National Institutes of Health), fundado en 1887, hoy es uno de los centros más grandes del mundo en investigación médica. Cuenta con 27 institutos que dependen presupuestalmente del Gobierno de los Estados Unidos que invierte aproximadamente 30.000 millones de dólares anuales en investigación. Otro es la Agencia Japonesa de Ciencia y Tecnología que depende de la financiación gubernamental y se dedica a la investigación y el desarrollo, creada con el objetivo de reducir la dependencia de las instituciones locales de las tecnologías extranjeras e impulsar la transferencia tecnológica de sus investigaciones al sector privado.
No es casualidad que los países que más invierten en I+D, sean los mismos que poseen las empresas más competitivas del mercado a nivel global (Forbes). En todo el planeta, esta inversión es clave para propiciar el crecimiento económico sostenible y sustentable de un país.
La OCDE en su estudio de políticas de innovación, evidencia la importancia de financiar los Centros de Desarrollo Tecnológico a largo plazo bajo el modelo de consorcios industriales y académicos para trabajar en áreas de relevancia que permitan la generación de nuevos productos y la apropiación tecnológica. Este modelo denominado ERC, requiere capacidades tecnológicas muy avanzadas.
Alrededor de este propósito se deben articular recursos, capacidades, y esfuerzos para lograr que Colombia incremente sus stocks de conocimiento aplicado para aumentar sus ingresos y mejorar las condiciones de equidad y calidad de vida de sus ciudadanos. Con los ojos puestos en este objetivo, BIOS trabaja en la misión de promover el desarrollo y la apropiación científica y tecnológica para materializar lo que parece ficción.
¿Por qué no soñar a Colombia como una Wakanda?
FUENTE: PORTAFOLIO
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