Enfoque de investigadores en inicios de su carrera: una entrevista con Natalia Castaño-Rodríguez
La Dra. Natalia Castaño-Rodríguez es miembro del Consejo Nacional de Investigación Médica y de Salud en la Escuela de Biotecnología y Ciencias Biomoleculares de la Universidad de Nueva Gales del Sur. Su investigación se centra en comprender cómo los factores inmunogenéticos del huésped interactúan con la infección bacteriana y la disbiosis intestinal para regular la tumorigénesis y la inflamación crónica en humanos, utilizando biología molecular, microbiología, genética y bioinformática.
Dra Natalia Castañeda |
Por favor, cuéntanos sobre tus intereses de investigación
Siempre me ha interesado la inmunogenética del cáncer, incluso como estudiante de medicina joven. Mi primer proyecto de investigación, cuando era estudiante de licenciatura, estaba en inmunoterapia para el melanoma. Sin embargo, probablemente fue la muerte de un paciente joven con cáncer de páncreas que me asignaron, lo que me hizo darme cuenta de que quería dedicar mi vida a la investigación del cáncer para encontrar formas de prevenir la enfermedad, mejorar la calidad de vida y sobrevivir.
¿Cuál ha sido tu trayecto hasta este punto?
Actualmente soy miembro del Consejo Nacional de Investigaciones Médicas y de la Salud (NHMRC) en la Escuela de Biotecnología y Ciencias Biomoleculares de la UNSW Sydney. Sin embargo, mi historia comenzó hace muchos años después de completar mi maestría en medicina en la Universidad del Rosario (Colombia), cuando decidí dejar mi país de origen y mudarme a Australia para perseguir mi sueño de convertirme en un investigador clínico.
¿Cuáles son tus predicciones para tu campo de trabajo en un futuro cercano?
Las interacciones entre la variabilidad genética del huésped, los factores microbianos y las influencias ambientales contribuyen a la patogénesis de los cánceres gastrointestinales y las enfermedades inflamatorias crónicas. Con los avances tecnológicos en mente, creo que la aplicación integrada de los análisis multi-ómicos, incluidos los análisis de genoma, transcriptoma, proteoma y metaboloma, será un requisito previo para la identificación de biomarcadores robustos y objetivos terapéuticos en un futuro próximo.
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