La bioinformática, una de las mayores revoluciones científicas de los últimos años
Con motivo de la Semana de la Ciencia y para conmemorar su sexto aniversario, DREAMgenics, compañía especializada en el análisis e interpretación de datos genómicos, te acerca seis curiosidades sobre la bioinformática
La revolución genómica |
La bioinformática se encarga del análisis y la
gestión de datos biológicos a partir de tecnología informática y su papel es
fundamental porque:
1 – La revolución genómica no habría sido posible
sin la bioinformática
El conocimiento del genoma humano ha supuesto un
cambio de paradigma en el diagnóstico, pronóstico y tratamiento de enfermedades
de base genética. Desde la aparición de las tecnologías de Secuenciación Masiva
o Next-generation Sequencing (NGS), uno de los retos de la bioinformática es
analizar e interpretar la avalancha de datos provenientes de la secuenciación
del ADN para permitir el avance hacia una medicina individual.
2 – La bioinformática evita terapias no efectivas y
efectos secundarios
Cada paciente es único. Analizar e interpretar
bioinformáticamente el genoma individual de cada persona junto con la historia
familiar, los hábitos de vida o los factores ambientales permite conocer con
precisión las causas de cada enfermedad. Así, es posible tratar a cada paciente
con terapias específicas para su perfil genómico, evitando tanto efectos
secundarios adversos como tratamientos no efectivos. Además, también es posible
evaluar la predisposición genética de un individuo a una patología determinada
y, a partir de ahí, implementar programas de prevención y diagnóstico precoz.
3 – La bioinformática permite seleccionar a los
pacientes idóneos en ensayos clínicos
La información genómica obtenida gracias a la
bionformática puede además facilitar la participación del paciente en ensayos
clínicos, diseñados específicamente en función de las alteraciones moleculares
de estos pacientes.
4 – En cinco años, un test genómico costará menos
de 100 euros
Nos dirigimos inexorablemente a nuevo escenario en
el que la información genómica crecerá de manera exponencial, sobre todo por la
disminución de los precios, lo cual facilitará el acceso de todo el mundo a
esta tecnología. El coste de obtener la información completa codificada en
nuestro ADN ha pasado de cientos de millones de euros para el primer genoma
humano a unos 1.000 euros en la actualidad, pero el coste sigue bajando. En los
próximos cinco años, se prevé que un test genómico esté disponible por menos de
100 euros, una reducción de costes que permitirá convertir estos análisis en
rutinarios dentro del Sistema Nacional de Salud, eso sí, siempre que se cuente
con profesionales y protocolos que garanticen su interpretación óptima.
5 – Crece la demanda de bioinformática, pero no la
oferta de bioinformáticos
El éxito de la medicina de precisión depende la
correcta interpretación del enorme volumen de datos que se están generando.
Surge, por ello, la necesidad de un nuevo perfil profesional, el bioinformático,
que proporcione datos genómicos de alta calidad. Sin embargo, el incremento del
uso de la bioinformática no ha ido acompañado de un crecimiento paralelo del
número de profesionales especializados, por lo que este perfil profesional está
cada vez más demandado.
6 – En unos años será imposible entender la
medicina sin la bioinformática
Si bien los análisis genómicos son ya una práctica
habitual en las rutinas clínicas de hospitales en otros países, en España hay
un largo camino por delante. Es necesaria la creación de una red de centros
implicados en la generación y estandarización de la información genómica. Para
conseguir que los avances tecnológicos y científicos lleguen al paciente, es
imprescindible concienciar a todos los agentes implicados de que el futuro de
la medicina pasa necesariamente por la genómica y la bioinformática.
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