Cómo afrontar el desajuste entre la biología y el estilo de vida moderno
Expertos analizan los desafíos del futuro con las enfermedades y avances como el CRISPR
De izquierda a derecha, Samuel Sternberg, Ramón López de Mántaras, Patricia Fernández de Lis, Robin Hanson y María Martinón. CARLOS ROSILLO |
Bienvenidos a un día cualquiera del año 2050.
Cuando seamos 9.800 millones de personas en el planeta, con India como el país
más poblado. En las regiones más desarrolladas se vivirá por encima de los 85
años, no habrá coches a motor y el gran desafío de la salud serán las
superbacterias, infecciones resistentes a los antibióticos que podrán superar
en muertes a las actuales epidemias que conocemos.
"Se podrá editar el ADN de los embriones para
prevenir enfermedades", aseguró Samuel H. Sternberg, uno de los mayores
expertos del mundo en edición genética. "Hay muchas esperanzas de que la
edición genética pueda tratar el cáncer en 10 o 15 años", añadió.
Podemos adelantar algunas de las predicciones con
tres décadas de antelación, pero sin duda alguna hay cientos de preguntas en el
aire sobre el mundo del futuro. Para tratar de resolverlas, ayer se celebró en
Madrid el evento El mundo en 2050, organizado por EL PAÍS y OpenMind, en el que
algunos de los mayores expertos del mundo en robótica, inteligencia artificial,
biología y evolución humana debatieron sobre qué depara el futuro a una especie
humana que lleva ya 200.000 años sobre el planeta. No en vano es la única
especie capaz de debatir sobre nuestros miedos y nuestras esperanzas sobre lo
que nos deparará el futuro. Y actuar para cambiarlo.
"Hay grupos trabajando en resucitar especies
extintas gracias a la edición genética", recordó Sternberg, cuyo trabajo
ha sido publicado en las revistas científicas Nature y Cell y que fue coautor
del artículo en Science en el que se proponía una moratoria a la edición del
genoma humano hasta que haya un amplio debate social al respecto.
"Nuestra especie tiene una capacidad de
transformación radical de nuestro entorno. Pero nosotros no hemos
cambiado", aseguró María Martinón Torres, médica y paleantropóloga.
"La principal amenaza de nuestra especie serán las enfermedades",
afirmó esta investigadora en los yacimientos de Atapuerca y una de las
principales expertas en evolución humana. "Morimos y enfermamos de causas
modernas, nos hemos hecho prisioneros de una forma de vida para la que nuestra
especie no estaba diseñada. Me cuesta pensar que el suicidio fuera una causa de
muerte común en el Pleistoceno y es la principal causa de muerte de los
adolescentes en EEUU", defendió Martinón, profesora del University College
de Londres. Y apuntó: "Seguimos evolucionando pero ya no por las presiones
naturales sino las sociales".
Por su parte, Robin Hanson, profesor de Economía en
la Universidad George Mason, consideró que podemos esperar que las tendencias
del último siglo continúen y en cuanto a crecimiento de la riqueza, aumento de
la esperanza de vida. "Se dará una gran revolución en el que la economía
se multiplicará como durante la revolución industrial con la aportación de los
robots", advirtió este investigador que durante nueve años trabajó como
investigador de inteligencia artificial en la empresa aeroespacial Lockheed y
la NASA. Además, es autor del capítulo Cuando los robots gobiernen la Tierra:
el legado humano del libro El próximo paso: la vida exponencial, editado por
OpenMind, la comunidad de conocimiento de BBVA.
"Lograr una inteligencia artificial general
similar a la humana no creo que sea factible en un horizonte de 30-50
años", sugirió Ramón López de Mántaras, director del Instituto de
Investigación en Inteligencia Artificial. Según este investigador del CSIC, .
"Las máquinas nos ayudarán en el diseño de fármacos, por ejemplo, pero en
ámbitos muy especializados, no una inteligencia general", afirmó López de
Mántaras, pionero de la inteligencia artificial en España.
En el encuentro, coordinado por la directora de
Materia, Patricia Fernández de Lis, también se pudo disfrutar de la
intervención en vídeo del neurobiólogo español Rafael Yuste, ideólogo de Brain,
el mayor proyecto de investigación del cerebro lanzado por EE UU, quien cree
que en unas dos décadas se puede haber descifrado “el código cerebral”.
“Estamos a punto de ver una revolución que va a alterar la condición humana”,
asegura. También se pudo escuchar a Mar Vaquero, ingeniera de la NASA, que
afirmó que encontraremos vida: “Simplemente por probabilidad y estadística,
debe existir algún tipo de vida. Tal vez no como nos la imaginamos, tal vez no
como la vivamos hoy en día”. Michio Kaku, físico y autor de ‘El futuro de
nuestra mente’, sugirió la posibilidad de que en el futuro internet esté en
todos lados, incluso en nuestros ojos: “Simplemente parpadearemos y nos
conectaremos. Podremos ver la biografía de la gente mirándoles”.
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