Biobancos. Una estrategia exigente y esencial para la conservación de muestras biológicas, Colombia
La recolección y conservación de muestras biológicas con fines investigativos es una actividad
ligada desde tiempo atrás con la historia y evolución de la ciencia y la medicina; hoy en día, la disponibilidad
de bancos de conservación de muestras adecuadamente validadas, está asociada con el
desarrollo presente y futuro de la investigación científica.
En general se entiende que un banco de conservación de muestras es un espacio físico que permite
mantener en condiciones ideales una serie de muestras biológicas de manera organizada, observando
los más altos estándares de calidad, apegados a la normatividad ética y legal establecida para estos
casos y cuyo fin es la investigación biomédica tendiente a generar nuevo conocimiento, así como a
diversas aplicaciones diagnósticas y terapéuticas.
Los bancos de conservación de muestras constan, más allá de su infraestructura física, de una base
de datos que permite conocer en tiempo real y al detalle el estado y condición de cada muestra, además
de protocolos y normas claras y perfectamente establecidas para la utilización de las muestras para
los proyectos de investigación que las requieran.
Desde sus orígenes, el hombre ha dejado constancia de
su paso por el universo. Para esto, ha contado con diversos
elementos que van desde el testimonio guardado en los restos
arcaicos y su entorno, hasta las formas elaboradas por el
intelecto como la escritura, a través de la cual se ha perpetuado
el conocimiento de la humanidad y registrado su obra.
Paralelo a un proceso evolutivo que podríamos llamar
externo o metaorgánico, el hombre ha venido sufriendo otros
cambios, también complejos y dinámicos, en el interior de
sus células, en la intimidad de sus genes, configurándose y
reconfigurándose en un proceso evolutivo interno. De este
proceso se conserva testimonio molecular, y desenmarañarlo
se ha constituido en un reto para buena parte de la comunidad
científica. Con este propósito, el hombre ha desarrollado
infinidad de instrumentos y proyectos, el último de ellos
es el Proyecto Genoma Humano, a través del cual se ha
develado lo que se ha denominado en el imaginario popular
como “el libro de la vida”. Este nuevo mapa molecular es
una herramienta que como ninguna otra en la historia de
la humanidad está permitiendo, y permitirá aún más en un
futuro, resolver muchos interrogantes que pueden llevar a
encontrar la clave para comprender el origen y los mecanismos
de acción de una buena cantidad de enfermedades,
muchas de ellas aun hoy consideradas incurables.
Otro aspecto por considerar es la diversidad biológica,
en función de la cual algunos países como Colombia tienen
el gran privilegio de albergar en su territorio innumerables
especies de plantas y animales, algunos de ellos en franco
proceso de extinción. En el mismo sentido, desde el
punto de vista de la especie humana, en el mundo existen
un gran número de grupos étnicos, algunos de los cuales han
venido experimentando la creciente amenaza de la disolución,
bien sea por factores de mestizaje o por otras causas
propias de la situación particular de cada familia étnica. En un artículo previo, hemos discutido distintos aspectos
éticos acerca del trabajo científico en comunidades aisladas,
particularmente en el caso específico de las comunidades
indígenas de la selva colombiana.
Entre los puntos abordados
se señalan los siguientes:
a) Los saberes tradicionales frente a la racionalidad científica
etnocentrista.
b) La relatividad del “informe de consentimiento” que
por norma se solicita a estas comunidades para realizar
investigación con ellas.
c) La protección del patrimonio biológico y cultural de
estas comunidades ante su posible comercialización.
Finalmente, hemos ya destacado la necesidad de mantener
un respeto recíproco y un diálogo permanente sobre las
implicaciones de estas investigaciones para unos y otros:
investigadores e investigados.
En cualquier caso, la extinción de una especie determinada,
o la disolución de una familia étnica, acarrea para la
humanidad la pérdida de una concreción valiosa e irrecuperable.
Por esto, más allá de los programas de conservación y
desarrollo sostenible, ha surgido la necesidad de garantizar
la preservación del conjunto de características genéticas
propias que definen a cada una de estas comunidades, tanto
como las que definen a cada especie
Fuente: Biobancos
Julio César Martínez, Ignacio Briceño, Alejandra Hoyos,
Alberto Gómez • Bogotá, D.C. (Colombia)
No hay comentarios.: