Beneficios económicos y ambientales por el uso de cultivos genéticamente modificados
El más reciente informe de PG Economics, consultora británica especializada en agro y recursos naturales, publicó en su informe anual que los cultivos genéticamente modificados han reducido significativamente el impacto ambiental de la agricultura y estimulado el crecimiento económico en los 26 países donde se utiliza la tecnología.
Colombia ocupa el puesto 18 en producción de cultivos genéticamente modificados en el mundo. En 2016 se sembraron un total de 109.935 hectáreas entre variedades de algodón e híbridos de maíz.
Según el informe, los cultivos genéticamente modificados han contribuido a preservar los recursos naturales, al mismo tiempo que han permitido a los agricultores cultivar más en el mismo espacio y obtener productos de alta calidad.
“El acceso a la tecnología ha permitido que los agricultores en los últimos 20 años suministren alimentos de una forma más sostenible. Colombia es el único país de la región Andina que cultiva con esta tecnología”, afirmó María Andrea Uscátegui, directora ejecutiva de Agro-Bio.
Los puntos destacados en el informe revisado por pares incluyen:
Los cultivos biotecnológicos han reducido significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero de la agricultura al ayudar a los agricultores a adoptar prácticas más sostenibles como la labranza mínima, lo que disminuye la quema de combustibles fósiles y retiene más carbono en el suelo. Por ejemplo, si los cultivos biotecnológicos no se hubieran cultivado en 2015, se habrían emitido otros 26.700 millones de kilogramos de dióxido de carbono a la atmósfera, lo que equivale a añadir 11,9 millones de automóviles a las carreteras.
De 1996 a 2015, los cultivos genéticamente modificados redujeron el uso de plaguicidas en 619 millones de kilogramos, una reducción global del 8,1%. Esto equivale a más del uso total de productos de protección de cultivos de China cada año. Como resultado, los agricultores que cultivan cultivos biotecnológicos han reducido el impacto ambiental asociado con sus prácticas de protección de cultivos en un 18,6%.
Los cultivos genéticamente modificados han reducido la presión para utilizar nuevas tierras en la agricultura y ha contribuido a la seguridad alimentaria mundial.
Los cultivos biotecnológicos permiten a los agricultores crecer más sin necesidad de utilizar tierras adicionales. Por ejemplo, si la biotecnología de cultivos no hubiese estado disponible para los agricultores en 2015, el mantenimiento de los niveles mundiales de producción ese año habría requerido la siembra de 8,4 millones de hectáreas adicionales de soja, 7,4 millones de ha de maíz, 3 millones de hectáreas de algodón y 0,7 millones de ha de canola. Esto equivale a necesitar un 11 por ciento adicional de la tierra cultivable en los Estados Unidos, o aproximadamente el 31 por ciento de las tierras cultivables en Brasil o el 13 por ciento de la superficie cultivada en China.
Más de 20 años, la biotecnología agrícola ha sido responsable de la producción adicional de 180,3 millones de toneladas de soja, 357,7 millones de toneladas de maíz, 25,2 millones de toneladas de algodón y 10,6 millones de toneladas de canola.
En Colombia, el uso de la biotecnología en los cultivos también ha representado beneficios ambientales como el ahorro de 212 millones de litros de agua entre 2003 y 2015, según el estudio realizado por Céleres y Agro-Bio.
“Este estudio demuestra la importancia de la aplicaciòn de la cinecia en la agricultura para producir alimentos y fibras de forma sostenible y ser más amigalbes con nuestros recursos naturales” afirmó Uscátegui.
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