Ciénaga Grande de Santa Marta estaría en peligro ante la desatención de las autoridades
La Contraloría, tras una auditoria de cumplimiento, precisó que el Ministerio de Ambiente y la Corporación Autónoma del Magdalena han desatendido los compromisos adquiridos a nivel internacional para conservar y proteger este ecosistema estratégico.
Ciénaga Grande de Santa Marta |
La Contraloría General prendió las alarmas por la situación que actualmente enfrenta la Ciénaga Grande de Santa Marta, en el departamento de Magdalena. En concreto, tras una auditoria de cumplimiento, el organismo de control encontró que el Ministerio de Ambiente y la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag) han desatendido los compromisos de conservación y uso racional de este humedal adquiridos por Colombia a nivel internacional. (En contexto: Las nuevas amenazas sobre la Ciénaga Grande)
A pesar de que este complejo lagunar fue declarado como sitio Ramsar (humedales de importancia internacional) en 1998, y por la Unesco como reserva de la biosfera dos años más tarde –por lo que se debe, en teoría, cumplir con la conservación y el apoyo sostenible–, no se ha desarrollado acciones e inversiones de las autoridades competentes. La auditoría, que corresponde al período 2006 y 2017, encontró que tampoco se ha cumplido las instrucciones legales para formular e implementar un plan de manejo de esta Ciénaga.
De igual forma, para la Contraloría no es claro cómo se realiza la inversión en este ecosistema estratégico, pues no existe un plan de manejo ni una jerarquización de los principales problemas.
Asimismo, no se aprecia cómo las inversiones realizadas aporten a los objetivos de conservación adquiridos por Colombia como firmante del convenio Ramsar para este ecosistema en particular
Precisó el organismo de control que dejó claro, además, que no se cuenta con las acciones claras y concretas para garantizar su conservación y uso sostenible.
La Ciénaga se ha visto afectada, principalmente, por un deterioro ambiental y rompimiento del equilibrio ecológico. Según la entidad, en la zona noroccidental, por ejemplo, el detrimento está asociado, entre otras cosas, a los intercambios de agua hacia y en el interior del sistema.
Como consecuencia de este proceso, se ha venido presentando defoliación de manglar, reducción del potencial pesquero y la emigración de la población ligada a las actividades pesqueras.
Agregó la Contraloría que, con base en el análisis de imágenes, estableció que entre 2013 y 2015 se perdieron 737 hectáreas de manglar.
Unas 630 hectáreas perdidas, manifestó el organismo de control fiscal, corresponden a la cobertura de bosque de manglar denso y pasaron a bosque de manglar poco denso. El estudio también evidenció una disminución de la densidad de plántulas (mangle negro, amarillo y rojo) en el periodo 2002-2016, según el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar). La Contraloría, además de encontrar posibles hallazgos disciplinarios, aseguró que no existe evidencias de decisiones adoptadas por Corpamag después de seis meses de la indagación preliminar en su contra, tampoco ha cumplido con los términos en el proceso administrativo.
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