Innovar, contribuir al cuidado del medioambiente, obtener un ahorro económico y subsidiar a los habitantes de La Iguaná, uno de los barrios con altos índices de pobreza de la ciudad. Ese es el objetivo de la Institución Universitaria Salazar y Herrera (IUSH) con su proyecto de energía solar que se posiciona como el más grande en instituciones de educación superior de Antioquia.
En total se instalaron 356 páneles solares y 4 inversores de interconexión a red de 20 kilovatios en los techos de los bloques del campus Estadio, en el barrio Los Colores.
El sistema solar fotovoltaico tiene un laboratorio para los programas adscritos a la Escuela de Ingenierías, de modo que los estudiantes tengan una alta interacción con este tipo de sistemas.
Actualmente la energía que se genera es utilizada de manera directa sobre la red energética, lo que quiere decir que se utiliza sin posibilidades de almacenamiento, ya que el equipo de baterías que lo haría posible es muy costoso, lo que no haría viable este tipo de tecnología.
Andrés Palacio Velásquez, estudiante de Ingeniería Electrónica, resaltó que este tipo de proyectos les permiten experimentar y aprender de una manera más interactiva.
“Lo más importante es que este tipo de proyectos nos acerca a la teoría y a la práctica, teniendo en cuenta las tecnologías que se están manejando a nivel mundial. No es lo mismo ver, a través de libros o videos, que en el planeta se están aplicando diferentes avances tecnológicos, si nos surge una pregunta, podemos ir a medir y comprobar de manera real” aseguró el estudiante.
Con su puesta en funcionamiento se logrará la disminución de al menos 36,82 toneladas de CO2 al año, en pro de aminorar la problemática ambiental en Medellín y generar energía limpia, renovable y a bajo costo. Además, el ahorro económico mensual es de entre cuatro y cinco millones y medio de pesos, reflejados en las facturas de los servicios públicos.
No es lo mismo ver, a través de libros o videos, que en el planeta se están aplicando diferentes avances tecnológicos, si nos surge una pregunta, podemos ir a medir y comprobar de manera real
La red también cuenta con un contador bidireccional. Mientras que la institución consuma más de lo que produce el sistema, se toma la energía de EPM. Asimismo, cuando se produce más de lo que necesita la institución, se regresan a la red los excedentes, de ahí surge el ahorro y una apuesta de responsabilidad social.
“Lo que queremos y estamos buscando es que los excedentes energéticos que tenemos se puedan normatizar y que las casas de barrios como La Iguaná, que queda tan cerca, se puedan subsidiar con esa energía que nos sobra”, puntualizó Esdras Nahum Quintero, líder de proyectos energéticos de la institución.
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