Los viajes épicos de las larvas de coral en el océano Pacífico.
Científicos simularon 19 años de dispersión de larvas en 5 especies de coral.
Una simulación computarizada logró recrear, por primera vez con realismo biológico, las rutas oceánicas en las cuales las microscópicas larvas de coral se dispersan entre los arrecifes del Pacífico americano y el Pacífico central.
Conocer el titánico viaje de estos exploradores es un aspecto importante para la conservación de los corales, según el estudio adelantado por un equipo de científicos de Colombia, encabezado por la Universidad Javeriana, y especialistas de Australia y México, y publicado en 'Nature Scientific Reports'.
Los arrecifes de coral están amenazados por la sobrepesca y la contaminación del agua, también por disturbios naturales como los huracanes. Pero en el océano Pacífico americano, incluyendo arrecifes costeros (Utría) e insulares de Colombia (islas Gorgona y Malpelo), la principal amenaza para los corales es el calentamiento de las aguas, particularmente por los fenómenos de El Niño que han impactado negativamente la vida marina de los arrecifes en 1982, 1997 y 2015.
Por ejemplo, el fenómeno de El Niño de 1982-1983 fue catastrófico para los corales del Pacífico y, por la elevada temperatura del agua, murieron todos los de las Islas Galápagos, en Ecuador. En Colombia, en la isla Gorgona casi desaparecen.
El investigador Mauricio Romero-Torres, Ph.D. de la Universidad Javeriana, explica que “la dispersión de larvas es un proceso extremadamente importante para el ciclo de vida de los corales, su repoblación y sobrevivencia. Aun no es posible colocar un dispositivo electrónico sobre una larva, así que rastrear su movimiento en el océano es muy difícil. Aquí es donde entra la simulación por computadora”.
El equipo de científicos utilizó un modelo biofísico de conectividad desarrollado por Eric Treml, profesor de ecología espacial de la Universidad de Deakin (Australia) y sus colaboradores. Este modelo de dispersión de larvas se probó en el Caribe y en el triángulo de coral y sus resultados apoyan decisiones de conservación de los arrecifes.
“Por ejemplo, ayudan a determinar los arrecifes que funcionan como una red, a través de la cual se interconectan la mayor cantidad de ellos durante sucesivas generaciones. Si el centro de conexiones se destruye, se pierde la conectividad entre los arrecifes, haciéndose difícil su recuperación frente a catástrofes y su sobrevivencia”, explica Romero-Torres.
El equipo de científicos simuló 19 años de dispersión de larvas, en cinco especies de coral y abarcaron un área equivalente a la mitad del océano Pacífico tropical, una cantidad sin precedentes, solo posible a través de una supercomputadora.
El investigador javeriano señala que “el objetivo era conocer si las larvas de coral eran capaces de viajar cientos o miles de kilómetros, desde islas del Pacífico central, como la Polinesia Francesa, hasta el Pacífico este tropical americano. Esto implicaría un viaje de 5.100 kilómetros de distancia, que ayudaría a reestablecer las poblaciones diezmadas de América después de sufrir mortalidades masivas, incluyendo los arrecifes colombianos”.
Con las simulaciones se encontró que luego de suceder un fenómeno de El Niño muy fuerte, las larvas del coral coliflor ('Pocilloporidos') pueden transportarse por las corrientes entre las Islas Line y el Atolón de Clipperton, pero nunca llegan hasta los arrecifes americanos, lo cual sugiere que las poblaciones de coral americanas no podría ser salvadas o rescatadas desde el oeste, cuando sus poblaciones han muerto.
Otros resultados obtenidos por el equipo fueron controversiales en relación con lo publicado en el mundo. Al contrario de lo que se pensaba, los arrecifes americanos tienen el potencial de exportar larvas del coral coliflor hacia el Pacífico central, algo único y que corroboró Luis Alberto Acosta, profesor del departamento de Biología de la Universidad Javeriana y coautor de la investigación.
En este viaje, las Islas Galápagos y el Atolón de Clipperton son lugares de paso para que los corales se dispersen 4.900 kilómetros hasta las Islas Marquesas, al otro lado del mundo. Aunque la dispersión de larvas del coral coliflor a larga distancia es posible, se ha probado con estudios genéticos que pocas larvas pueden sobrevivir este largo viaje a través del Pacífico.
Lo más común es que la mayoría de las larvas de coral liberadas en un arrecife no se dispersen y se establezcan en el de origen. Esto se traduce en que los arrecifes están aislados geográficamente y los hace particularmente vulnerables al disturbio, ya que no es probable que reciban inmigrantes desde otras áreas, que reemplacen las colonias que mueren con frecuencia en eventos catastróficos.
Para los arrecifes en el Pacífico colombiano, ubicados en las islas Gorgona, Malpelo y en la costa de Utría, presentar una dispersión larval limitada implica que debemos proteger aún más los corales de tensores locales como contaminación, sedimento, aguas residuales, basura marina y sobrepesca.
La cantidad de larvas viajeras que producen los parentales son muy escasas en los arrecifes del Pacífico americano y, al parecer, por su poco número, no son capaces de reemplazar las colonias que mueren por las actividades humanas.
La misión de todos es proteger nuestros corales y arrecifes para dejar un legado ambiental a las futuras generaciones.
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