Insecticidas que acaban abejas, ¿A un paso de ser prohibidos en Europa?
Tras una de las investigaciones más completas que se han hecho sobre el efecto de estos pesticidas sobre las abejas, la Unión Europea decidirá si los prohíbe o no.
En los últimos años unos insecticidas muy populares han estado en el ojo del huracán. El efecto que parecían estar causando en las abejas tenía inquieta a la comunidad científica. Los millones de muertes de estos extraordinarios polinizadores mostraban que algo no estaba bien. Y los principales culpables, sugerían unos, eran los neonicotinoides, el nombre técnico con el que se conoce a esos pesticidas.
La sospecha sobre su responsabilidad acaba de ser confirmada por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Tras revisar 1.500 estudios científicos, este organismo concluyó que esos polémicos insecticidas “en general”, representan un riesgo para las abejas silvestres y las productoras de miel. El imidacloprid y el clotianidina, fabricados por Bayer, y el tiametoxam, de Syngenta, son los principales productos químicos sobre los que recae la culpabilidad del fin de muchas colmenas.
Aunque la EFSA aclara que el riesgo varía en función de la manera en que se use, en términos generales, dice, los neonicotinoides son un riesgo para estos insectos, principalmente cuando son usados al aire libre.
“La disponibilidad de una cantidad tan sustancial de datos nos ha permitido producir conclusiones muy detalladas. Hay variabilidad en las conclusiones [y] se han identificado algunos riesgos bajos, pero en general se confirma el riesgo para los tres tipos de abejas que hemos evaluado”, le dijo al diario inglés The Guardian, José Tarazona, jefe de la unidad de pesticidas de EFSA.
Los resultados de esta entidad llegan en un momento crucial. El próximo 22 de marzo los representantes de la Unión Europea se reunirán y es posible, como lo sugieren varios medios europeos, que evalúen este problema. La probabilidad de que prohíban el uso de este tipo de insecticidas parece ser alta.
La noticia fue bien recibida por ambientalistas y científicos que desde hace años promueven la medida. "Hemos estado jugando a la ruleta rusa con el futuro de nuestras abejas durante demasiado tiempo. Los países de la UE deben respaldar una prohibición más estricta", le aseguró a The Guardian Sandra Bell, de la organización Friends of the Earth.
Sin embargo, a la industria parece no haberle caído muy bien la investigación. “No hay pruebas que demuestren que las restricciones a los neonicotinoides hayan tenido un impacto positivo en las poblaciones de abejas en Europa". “Si finalmente se prohíben los neonicotinoides, la Unión Europea se convertirá rápidamente en un importador neto de maíz, trigo y de otros cultivos básicos”, le advirtió al periódico El País de España Anna Gatt Seretny, vocera de la Asociación Europea de Protección de Cultivos.
Se calcula que las colonias de abejas han caído estrepitosamente en la última década: 30 % en Estados Unidos, 25 % en Japón y hasta 53 % en Europa, sólo para la abeja de miel.
FUENTE: EL ESPECTADOR
FUENTE: EL ESPECTADOR
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