Foto: John Montaño EL TIEMPO
Flotando apacible sobre el mar con sus tentáculos danzando o
inerte sobre la arena, La Fragata Portuguesa o 'aguamala' parece inofensiva y
amigable, pero no lo es. Así lo advierten las autoridades de Parques Nacionales
Naturales que alertaron en las últimas horas de la llegada masiva de esta
especie de hidrozoo letal para el hombre, por su naturaleza urticante y
venenosa, y que por estos días hace presencia en aguas de islas del Rosario,
Parque Nacional Natural Tayrona y Playa Blanca en la Isla de Barú. La Physalia physalis, más conocida como aguamala, fragata
portuguesa o carabela tiene el tamaño de una mano con varios tentáculos y es
peligrosa. ¡No la toque!
El veneno de la carabela puede producir picaduras cutáneas
de diversa gravedad. Su picadura es dolorosa, la persona que tenga contacto con
esta especie debe evitar tocar los tentáculos y en su lugar protegerse con
guantes o una toalla. Esta especie con apariencia de medusa, consta de una cámara
llena de gas de color violáceo. La parte que sumerge está formada por
tentáculos azules finos y largos que extendidos, normalmente alcanzan 10
metros. El peligro para los niños es mayor puesto que la fragata es
de color púrpura y parece un globo: una suerte de pulmón en constante palpitar,
lo que causa curiosidad en los menores que la tocan y reciben el ataque. En
caso de presentarse contacto con ella debe lavar la piel con agua dulce o
salada y no se debe utilizar vinagre. En
algunos casos la atención médica debe ser inmediata ya que su picadura puede
provocar shock anafiláctico. El resultado más común por el contacto con los tentáculos de
esta especie es de lesiones en forma del látigo, las cuales pueden causar dolor
durar minutos y horas, y la erupción puede progresar a hemorragia o ulceración.
Los episodios pueden durar de cuatro a seis semanas en el sitio de
envenenamiento.
El enemigo natural de la Fragata Portuguesa es la tortuga
marina, su depredador. Esta especie se
presenta con mayor frecuencia en las regiones tropicales y subtropicales del
Pacífico e Índico, y el norte de la Corriente del Golfo Atlántico, aunque se
encuentra en mares cálidos de todo el mundo. En los últimos días las
condiciones de temporal y vientos en dirección este y noreste, con velocidades
máximas entre 30 y 35 nudos, han favorecido la llegada desde mar afuera de esta
especie a la zona insular de Cartagena donde varios bañistas ya han sido
castigados por la seductora pero letal aguamala.
"Esta se mueve de manera similar a un barco de vela,
con los tentáculos creando la fricción y la vela capturando el viento, y pueden
ajustar el ángulo de su neumatóforo (ángulo de ataque). Los tentáculos salen
del flotador de tal manera que el cambio en la fricción fuera de la vela, hace
que los tentáculos se levanten para mantener la velocidad de navegación",
señala el Parque Nacional Natural Corales del Rosario y de San Bernardo que
recomienda a sus visitantes alejarse de esta especie, evitar cualquier tipo de
contacto y reportar a las autoridades ambientales más cercanas.
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