Medicina personalizada: el costo de predecir enfermedades
Medicina personalizada: el costo de predecir enfermedades Foto: Pixabay |
Se busca diagnosticar y tratar las enfermedades con precisión. El problema es que es costoso. Semana.com habló con un experto en farmacoeconomía de la Universidad de los Andes sobre el tema.
Enfermedades autoinmunes como la artritis, algunos tipos de cáncer, afecciones cardiovasculares y degenerativas podrían tratarse con más acierto si se usa la medicina personalizada, cuyo enfoque es predecir cuáles patologías pueden afectar a las personas y tratarlas de acuerdo a su huella genética. Esto se logra mediante el estudio de la información genética de cada individuo, complementada con la evaluación de los factores clínicos y ambientales a los que está expuesto.
Esta innovación de la medicina ofrece un tratamiento no genérico, sino específico para cada persona, que permitiría detener las enfermedades en estados tempranos o atacar directamente la patología con un procedimiento que va a funcionar y no simplemente a esperando los mejores resultados, como sucede actualmente con los tratamientos tradicionales. Se trata de un avance prometedor pero difícil de implementar porque conlleva costos elevados, pues las pruebas genéticas y los tratamientos personalizados implican altos costos para el sistema de salud.
David Bardey, PhD en economía y profesor de la Universidad de los Andes, sin embargo, explica que aunque “los gastos aumentan con la medicina personalizada en un principio, a la larga sería un ahorro para el sistema”, porque ya no se usarían recursos, ni tiempo en tratamientos que no dan resultado. “La medicina personalizada sería un modelo de ahorro porque apunta a dar el tratamiento para la persona indicada en función de su perfil genético”, añade Bardey, quien participó en el simposio sobre el tema, organizado por el Centro de EStudios de Enfermedades Autoinmunes de la Universidad del Rosario.
La medicina de precisión significa un reto para el sistema de salud que debe pensar cómo integrar estas innovaciones costosas para beneficiar a la población sin entrar en déficit. En Colombia, por el momento, es un tema muy novedoso y son pocas las personas que han tenido acceso a estas terapias individualizadas. Pero como explica Bardey, “la medicina personalizada no es solamente nuevos tratamientos costosos. Es, a partir de tratamientos que ya existen, saber cuál va a funcionar y cuál no, y esos son ahorros, no costos adicionales”.
Un posible modelo para evitar estos costoso sería con las primas de aseguramiento. La medicina personalizada permite hacer además estudios de riesgo. Esto quiere decir que de acuerdo al estudio genético de las personas los planes de medicina prepagada podría subir o bajar sus cuotas en función al riesgo de enfermedad que presenten, pero Bardey no descarta que esto sería considerado discriminatorio.
“Actualmente hay una regulación llamada ‘consent law’, que a la gente le gusta porque si uno hace una prueba genética y los resultados son favorables, lo pueden mostrar a su asegurador para tener una prima más baja”, explica Bardey. Añade que cuando los resultados son menos favorables “se puede guardar eso y no mostrar nada. No se pierde nada con este modelo”.
Esto tendría también un problema de discriminación. Por un lado, quienes tienen acceso a los estudios genéticos puedan contar con lo último en tratamientos y prevención. Por otro, la mayoría de personas sigan tratando sus enfermedades con los fármacos que le aplican al promedio de la población y esperar que funcione.
Para disminuir tales brechas, uno de los retos es incentivar a los médicos para que usen la medicina personalizada y se formen en este campo para precisar sus diagnósticos. “Es bueno apostar y orientar el sistema por este lado”, dice Bardey pues un diagnóstico con un tratamiento que no funciona y uno más personalizado al final terminan costando similar.
Esta innovación de la medicina ofrece un tratamiento no genérico, sino específico para cada persona, que permitiría detener las enfermedades en estados tempranos o atacar directamente la patología con un procedimiento que va a funcionar y no simplemente a esperando los mejores resultados, como sucede actualmente con los tratamientos tradicionales. Se trata de un avance prometedor pero difícil de implementar porque conlleva costos elevados, pues las pruebas genéticas y los tratamientos personalizados implican altos costos para el sistema de salud.
David Bardey, PhD en economía y profesor de la Universidad de los Andes, sin embargo, explica que aunque “los gastos aumentan con la medicina personalizada en un principio, a la larga sería un ahorro para el sistema”, porque ya no se usarían recursos, ni tiempo en tratamientos que no dan resultado. “La medicina personalizada sería un modelo de ahorro porque apunta a dar el tratamiento para la persona indicada en función de su perfil genético”, añade Bardey, quien participó en el simposio sobre el tema, organizado por el Centro de EStudios de Enfermedades Autoinmunes de la Universidad del Rosario.
La medicina de precisión significa un reto para el sistema de salud que debe pensar cómo integrar estas innovaciones costosas para beneficiar a la población sin entrar en déficit. En Colombia, por el momento, es un tema muy novedoso y son pocas las personas que han tenido acceso a estas terapias individualizadas. Pero como explica Bardey, “la medicina personalizada no es solamente nuevos tratamientos costosos. Es, a partir de tratamientos que ya existen, saber cuál va a funcionar y cuál no, y esos son ahorros, no costos adicionales”.
Un posible modelo para evitar estos costoso sería con las primas de aseguramiento. La medicina personalizada permite hacer además estudios de riesgo. Esto quiere decir que de acuerdo al estudio genético de las personas los planes de medicina prepagada podría subir o bajar sus cuotas en función al riesgo de enfermedad que presenten, pero Bardey no descarta que esto sería considerado discriminatorio.
“Actualmente hay una regulación llamada ‘consent law’, que a la gente le gusta porque si uno hace una prueba genética y los resultados son favorables, lo pueden mostrar a su asegurador para tener una prima más baja”, explica Bardey. Añade que cuando los resultados son menos favorables “se puede guardar eso y no mostrar nada. No se pierde nada con este modelo”.
Esto tendría también un problema de discriminación. Por un lado, quienes tienen acceso a los estudios genéticos puedan contar con lo último en tratamientos y prevención. Por otro, la mayoría de personas sigan tratando sus enfermedades con los fármacos que le aplican al promedio de la población y esperar que funcione.
Para disminuir tales brechas, uno de los retos es incentivar a los médicos para que usen la medicina personalizada y se formen en este campo para precisar sus diagnósticos. “Es bueno apostar y orientar el sistema por este lado”, dice Bardey pues un diagnóstico con un tratamiento que no funciona y uno más personalizado al final terminan costando similar.
No hay comentarios.: