Biosensor facilitaría el diagnóstico del zika
Un sensor pequeño, portátil y de bajo costo permitirá la detección del zika, virus que afecta a la población de las zonas tropicales y que se ha extendido a otras áreas por los efectos del cambio climático.
Una innovadora
herramienta para diagnosticar el virus del zika fue desarrollada por el Grupo
tándem Max Planck en Nanobioingeniería, se trata de un dispositivo que puede
ser usado en sitios remotos y por cualquier persona. El biosensor, además
de detectar si una persona puede estar infectada, facilita que el diagnóstico
no sea confundido con otros virus homólogos como el chicungunya y el dengue,
con los que el zika comparte sintomatología.
Este desarrollo de los investigadores de la Universidad de Antioquia se dio gracias al estudio de la materia a escala nanométrica, es decir, a un tamaño mil veces más pequeño que una célula. «Desarrollamos herramientas de nanobioingeniería para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades infecciosas», dijo Jahir Orozco Holguín, director del Grupo de Nanobioingeniería, un equipo de investigadores que trabajan en paralelo con la Sociedad Max Planck de Alemania, y que se denomina tándem porque trabaja en la misma línea de acción.
El proyecto
para este desarrollo se inició en conjunto con el Programa de Estudio y Control
de Enfermedades Tropicales —Pecet, en el 2016, cuando hubo un brote importante
de zika en Colombia y en el mundo. Ese mismo año la Organización
Mundial de la Salud —OMS, declaró una emergencia global por el virus.
Según
advirtieron los investigadores, detectar y diferenciar el zika a tiempo tiene
gran relevancia, especialmente en mujeres embarazadas, porque si la enfermedad
avanza podría generar defectos congénitos en el feto, como la microcefalia o el
síndrome de Guillain-Barré.
La OMS estima
que cada año mueren cerca de 9.5 millones de personas por cuenta de
enfermedades infecciosas, siendo el zika apenas una de estas. Pero la mayoría
de estas enfermedades carecen de herramientas de diagnóstico que puedan ser
usadas en regiones apartadas, de manera simple, incluso en casa.
«Queremos que este biosensor sirva en lugares vulnerables y de difícil acceso a los sistemas de salud», indicó Sebastián Cajigas Bastidas, estudiante de la maestría en Ciencias Químicas de la Universidad de Antioquia. Virus como el del zika pueden reemerger de repente, por lo que es necesario que las instituciones de salud estén preparadas y dispongan de herramientas diagnósticas que estén validadas.
En esencia,
este es un nanobiosensor electroquímico. Es decir, combina los componentes
físicos de los sensores con otros de naturaleza biológica, como los
bioreceptores, y sirve para medir parámetros físicos, químicos o biológicos en
una escala muy pequeña. Imagine el tamaño de un nanómetro, que es una
millonésima parte de un milímetro.
La nanociencia
es un campo de investigación científica relativamente nueva y emergente,
además, es considerada de alto impacto para áreas como la salud, el medio
ambiente o los alimentos.
A través de herramientas bioinformáticas, el grupo de investigación seleccionó una secuencia génica (de ADN) del virus, entre 891 secuencias halladas. «A partir de esa secuencia diseñamos las sondas de captura y de señal para ensamblar el biosensor. Hemos comprobado experimentalmente que las sondas seleccionadas son específicas del virus y que detectan diferentes concentraciones de ADN sintético del mismo», añadió Jahir Orozco.
Después de
caracterizar el biosensor resultante, el grupo pretende probarlo con muestras
reales de pacientes infectados con el virus para compararlos con muestras de
individuos sanos. El dispositivo realiza una detección in vitro, es decir con
una muestra de suero del paciente.
El prototipo
fue presentado en Leticia, capital del Amazonas, en un curso para su diseño,
desarrollo y uso, que el Grupo de Nanobioingeniería le ofreció a trabajadores y
estudiantes del área de la salud, el 29 y 30 de noviembre del 2018, con apoyo
de la Secretaría de Salud de Amazonas.
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