Residuos de llantas optimizarían desempeño de asfalto en zonas lluviosas
El grano de caucho reciclado reduciría el desgaste de los concretos asfálticos drenantes, los cuales evitan que el agua se apose sobre la vía en temporadas invernales.
La posibilidad de darle un nuevo uso a las llantas no solo disminuye los costos sino que también reduce la contaminación ambiental. Foto Nicolás Bojacá - Unimedios |
“La investigación se concentró en utilizar una mezcla que mejorara el desempeño del asfalto ante el paso del agua, para emplearla en zonas lluviosas como Bogotá”, explica la profesora Gloria Inés Beltrán, del Departamento de Ingeniería Civil y Agrícola, Sección de Geotecnia, de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.).
Una mezcla muy
compacta, como la que se emplea en los pavimentos que recubren las vías del
país, impide el drenaje del agua superficial, lo que forma una película sobre
la carpeta de rodadura que interfiere en la interacción de la llanta con la
superficie del pavimento. En esa medida, el desarrollo también reduciría la
accidentalidad en las vías por cuenta de un fenómeno conocido como hidroplaneo,
en el que se reduce la capacidad de frenar.
Aunque existen
otras mezclas que cumplen con la misma función, se trata de asfaltos
polimerizados costosos, de ahí que la tecnología desarrollada en la U.N. sería
muy útil para llevar a cabo estos procesos, además de ayudar a disminuir los
impactos sobre el medioambiente que generan las llantas desechadas.
Pese a que
esta mezcla tiene una alta viscosidad que dificulta su elaboración y la hace
poco fluida, a la hora de evaluar su desempeño resultó ser mucho más eficiente
que otras similares.
Combinación
efectiva
Cuando las
llantas llegan a las plantas especializadas en la producción de grano de caucho
se someten a un proceso en el que se les retiran los componentes metálicos,
seguido de sucesivos ciclos de trituración. La adición del grano de caucho al
asfalto, a su vez, se hace en otras plantas adaptadas para esos fines.
Cuando el
asfalto modificado con el grano de caucho se calienta a unos 180 °C y los
agregados a 140 °C, estos componentes se integran para que los granos de
roca queden cubiertos por el bitumen (asfalto caliente).
El proceso
incluye la elaboración de distintas muestras de concreto drenante, con el fin
de evaluar su permeabilidad a partir de una técnica de impedancia
electroquímica, en la que se permite el flujo de agua a través del concreto asfáltico,
tras inducir corriente en una solución salina. También se hicieron análisis
tomográficos para establecer los niveles de porosidad.
“La combinación de ambas técnicas permite establecer relaciones directas entre los niveles de porosidad y la conductividad hidráulica, con la ventaja de que permite conservar las muestras, dado que son técnicas no destructivas”, precisa la docente.
Como la
tomografía computarizada permite tomar un registro visual de imágenes cada
2 mm, la caracterización de la muestra es muy completa, por lo que se
identificaron con gran exactitud aquellas zonas con vacíos y las que estaban
ocupadas por los agregados y por el asfalto.
A diferencia
de las mezclas drenantes con asfalto convencional, el proceso que se llevó a
cabo en la U.N. permitió obtener mezclas más estables, menos deformables y con
mayor resistencia en presencia de agua.
Dado que
instituciones como la Alcaldía Mayor de Bogotá y el IDU exigen que el grano de
caucho se utilice en proporciones de hasta el 25 % de metro cuadrado en
obras viales del Distrito, la mezcla desarrollada en la U.N. contribuiría a
optimizar el desempeño de los concretos asfálticos en las áreas más lluviosas
de la ciudad.
FUENTE: UNIMEDIOS
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