Los alcances que tendría el nuevo Ministerio de Ciencia
La nueva cartera reemplazaría a Colciencias como órgano rector de la ciencia y la tecnología.
Los interrogantes
Otros puntos claves de la ley
En la noche del domingo, a pocas horas de terminar el primer periodo de sesiones ordinarias, el Congreso de la República tomó una de las decisiones más determinantes de la historia reciente de la ciencia en el país: creó el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.
En medio de tal presión, en la plenaria atípica del Senado –programada para un domingo a partir de las 7 de la noche y durante la cual además se aprobaron la reforma política y la segunda vuelta para las elecciones a la Alcaldía de Bogotá, entre otros proyectos de ley–, 96 senadores votaron a favor de la propuesta de autoría del congresista liberal Iván Darío Agudelo y que, en general, fue bien recibida por científicos y académicos.
“De los 36 países que integran la Ocde, 23 tienen ministerios de ciencia o similares y, en nuestra región, casi todas las naciones cuentan con esta figura. Nada más ayer (lunes), Chile estaba nombrando como ministro a un científico. Si ellos pudieron, ¿por qué no vamos a poder nosotros?”, se preguntó el congresista Agudelo al defender la aprobación del proyecto.
La iniciativa, cuyo texto deberá ser conciliado entre Senado y Cámara esta semana, da un plazo no mayor a un año, a partir de la sanción presidencial, para que el ministerio número diecisiete del Gobierno Nacional empiece labores, es decir, se estima que esto ocurra en diciembre del próximo año.
El proyecto fue defendido también por la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, quien le dijo a W Radio que está “orientado para que sea la transformación de Colciencias en ministerio” y que el presidente Iván Duque lo había avalado con dos condiciones: “Primero, que no hubiera mayor burocracia, y segundo, que no generara más sobrecostos, en razón a la austeridad que se debe vivir el próximo año”.
Y aunque el articulado, que consta de cinco puntos, no hace referencia a los recursos con que contará la nueva entidad, según Gutiérrez, esta podrá acompañar a los entes territoriales en la ejecución de las regalías para ciencia y tecnología que no se han ejecutado. “Una de las grandes tareas que tiene este ministerio es acompañar esa inversión de regalías, que es bastante importante, cerca de 4 billones de pesos”, insistió la ministra.
El Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias) contó este año con 337.600 millones de pesos, de los cuales el 93,03 por ciento fue para inversión y el restante 6,97 por ciento para funcionamiento.
Esperamos que el nuevo ministro, ya sea el actual director de Colciencias u otra persona, pueda gestionar más recursos y eliminar las trabas.
Una opinión muy parecida tiene el senador Agudelo, quien le dijo ayer a este diario que no se trata solamente de cambiarle el nombre de Colciencias ni generar más burocracia o que se vuelva un fortín para la politiquería, sino de transformar a esta entidad para darle mucho más alcance y, además, sumarle otras organizaciones como Innpulsa.
De hecho, el articulado lo define como “un ente rector de la política de ciencia, tecnología e innovación que genere capacidades, promueva el conocimiento científico y tecnológico, contribuya al desarrollo y crecimiento del país y se anticipe a los retos tecnológicos futuros”.
Diego Hernández, director de Colciencias, consideró la aprobación del proyecto como una “muy buena noticia” y resaltó que la iniciativa tiene el aval del gobierno del presidente Duque. “En la medida en que la ciencia, la tecnología y la innovación tengan nivel ministerial, obviamente hay condiciones más favorables desde el punto de vista de la institucionalidad”, agregó.
“La creación de esta cartera significa el pago de una deuda histórica que se tenía con todos los colombianos, pues la primera vez que se propuso una iniciativa de este corte fue durante el gobierno de César Gaviria, como una de las conclusiones a las que llegó la misión de sabios”, insistió el senador.
Y agregó: “Es una oportunidad para empezar a trabajar desde la diferencia por el desarrollo del país, algo que debemos empezar a seguir a partir de la construcción de una sociedad basada en el conocimiento”.
De acuerdo con el congresista, el proyecto también persigue “lograr que la ciencia tenga un asiento permanente en el consejo de ministros y que de esta manera se empiecen a generar políticas científicas que lleven al desarrollo económico”.
Inmediatamente se supo que este proyecto de ley fue aprobado, la comunidad científica colombiana se manifestó a través de las redes sociales. En este escenario, dos de las principales preocupaciones de los académicos es que este ministerio se convierta en una nueva fuente de burocracia y si, efectivamente, va a beneficiar a los investigadores con nuevos recursos.
“Estamos muy contentos de tener un espacio más formal en la parte de política institucional del país, pero nos preocupa un poco que, más que un espacio burocrático, lo que la ciencia necesita son recursos para la investigación. Esperamos que el nuevo ministro, ya sea el actual director de Colciencias u otra persona, pueda gestionar más recursos y eliminar las trabas con las que actualmente cuenta el sector”, asegura María Piedad Villaveces, directora de la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia. Villaveces consideró que esta es “una buena oportunidad para que la política y la ciencia se vuelvan un matrimonio que beneficie a todos los colombianos”.
En la misma línea se manifestó Silvia Restrepo, vicerrectora de Investigación de la Universidad de los Andes: “Como investigadora pienso que lo que necesitamos es un buen sistema de ciencia, tecnología e innovación, una tarea en la que Colciencias se siente como un ente aislado; muchos otros ministerios, como los de Agricultura y Telecomunicaciones, hacen labores de investigación, pero esto es algo en lo que se puede enfocar la nueva cartera de Ciencia”.
No obstante, Restrepo señaló que espera que “en el proceso no se pierda el objetivo de que por fin se le destine un porcentaje significativo del PIB para empezar a ser una sociedad basada en el conocimiento”.
Ante esta preocupación, el autor del proyecto de ley, al que solo le falta la sanción presidencial, señala que el ministerio recién concebido no rivalizará con el Mintic, puesto que este está enfocado en las telecomunicaciones.
María Consuelo Araújo, exministra de Cultura, una entidad que en 1997 se convirtió en ministerio (era el Instituto Colombiano de Cultura, Colcultura), explicó que ese paso permite tener acceso a las decisiones del alto gobierno, participar en la definición de las políticas públicas del sector y relacionarse con los territorios de una manera más estratégica.
“El hecho de que sea Ministerio permite además unas asignaciones presupuestales más importantes y la construcción y diseño de programas que tienen un mayor peso desde el punto del plan de desarrollo”, concluyó Araújo.
Otros puntos claves de la ley
Fortalecer una cultura basada en la generación, apropiación y divulgación del conocimiento y la investigación científica, el desarrollo tecnológico, la innovación y el aprendizaje permanente.
- Definir las bases para la formulación de un plan nacional de ciencia, tecnología e innovación.
- Incorporar la ciencia, la tecnología y la innovación como ejes transversales de la política económica y social del país.
- Fortalecer el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SNCTI) y el de competitividad.
- Fortalecer el desarrollo regional a través de políticas integrales de descentralización e internacionalización de las actividades científicas y tecnológicas.
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