La esclavitud y el colonialismo dejaron huella en el mapa genético de América
Una investigación comparó el ADN de más de 2.500 individuos del
continente americano con material genético de personas del resto del
mundo.
La época colonial y el comercio de esclavos transatlántico de siglos
pasados dejó una huella reconocible en el mapa genético de las actuales
poblaciones de América, según revela un estudio publicado en la revista "Nature Communications".
Científicos
de la universidad británica de Oxford han aplicado un nuevo método para
estudiar el genoma de las poblaciones locales que permite identificar
con precisión aquellos rasgos que proceden de ancestros europeos y
africanos.
La investigación ha comparado el ADN de
más de 2.500 individuos del continente americano con material genético
de personas del resto del mundo para reconstruir el pasado de los
habitantes de la región.
Los autores del estudio, liderados por el científico
Cristian Capelli, han determinado que la población del Caribe muestra
más rasgos procedentes de África que la del resto del continente, un
dato consistente con las evidencias históricas sobre el comercio de
esclavos en las islas al sureste del Golfo de México.
El análisis genético establece además que el grupo étnico Yoruba, procedente del oeste de África,
es el que mayor huella genética ha dejado en la población americana, lo
que confirma los registros que apuntan a que esa región aportó gran
parte de los esclavos que cruzaron el Atlántico.
En cuanto a los
europeos que dejaron su huella en América, el rastro genético de los
españoles es el más representado en el ADN de la actual población
americana, que también contiene trazas de poblaciones del sur de Europa como italianos, franceses, búlgaros griegos y rumanos.
Desde
el norte de Europa también han contribuido a la actual mezcla genética
en América las poblaciones de las islas británicas, Noruega, Alemania y
Austria.
El estudio especifica que se ha identificado la firma
genética de ancestros vascos en Suramérica, lo que corrobora la
emigración en los siglos XVI y XVII desde el norte de España a países
como México, Cuba, Chile, Perú y Colombia.
"El
movimiento de personas hacia las Américas ha puesto en contacto a
diversas poblaciones, por lo que los genomas americanos contemporáneos
son el producto de complejas mezclas", señala el estudio.
La
investigación concluye que "la gestación genética de América se ha
modelado a partir de la era colonial y de la trata de esclavos".