El eje cafetero busca ser una región de conocimiento
Una región de conocimiento es una zona
en donde los esfuerzos de la academia, el gobierno y el sector
productivo se focalizan y trabajan en conjunto, con el fin de mejorar
las perspectivas económicas del futuro; y el eje cafetero, Caldas,
Risaralda, Quindío, Huila, Tolima y parte del norte del Valle del Cauca
tienen todo el potencial para convertirse en una de estas, esa fue una
de las conclusiones del curso denominado Gerencia de regiones del Conocimiento y políticas públicas de Ciencia y Tecnología,
que se llevó a cabo entre el 26 y 27 de febrero en las instalaciones de
la Universidad de Manizales y del Centro de Bioinformática y Biología
Computacional de Colombia – BIOS.
En este espacio, auspiciado por el
proyecto de regalías del cual BIOS es operador de la Gobernación de
Caldas, en el marco de las actividades del objetivo número 1 de dicha
iniciativa, se hicieron presentes cerca de 25 participantes quienes
venían en representación de entidades públicas, gremios, entes
descentralizados y demás.
Para el Director Ejecutivo de BIOS,
Jorge Hernán Gómez, lo primero es delimitar el concepto de gerencia que
va más allá de planificar, controlar y hacer seguimiento “la tarea de
los líderes hoy es convocar, inspirar, articular lo público y lo
privado, tener una visión de largo plazo donde trabajemos de manera
conjunta”.
Puso como ejemplo el modelo chileno, en
donde se definieron diferentes regiones de conocimiento en temas como
cobre, madera, vinos, entre otras, “así que todo el sector productivo,
la academia y el gobierno le apunta a desarrollar un producto”.
La apuesta para toda esta zona es
aprovechar el gran corredor biotecnológico con que se cuenta y para esto
se deben bajar recursos internacionales, definir apuestas productivas y
apostar en grande, concluyó el directivo.
Prospectiva y vigilancia tecnológica
Estos temas, vitales para unir esfuerzos
interinstitucionales, fueron abordados en el curso por parte de Felipe
Ortiz, coordinador Unidad Prospectiva e Inteligencia Competitiva de la
Universidad del Valle.
La vigilancia tecnológica permite
conocer qué están haciendo otras entidades dentro y fuera del país y de
paso buscar afianzar los lazos cooperativos y la prospectiva integra los
conocimientos de expertos y sus capacidades para analizar los posibles
futuros de una región o país, con el fin de tomar decisiones de largo
plazo, un nuevo horizonte de posibilidades.
Para Felipe Ortiz “en Colombia estamos
acostumbrados a tomar decisiones de muy corto plazo y lo que buscamos es
dar las herramientas a diferentes entidades con el objetivo de que se
tomen pensando en lo que podría pasar a largo plazo”.
Evaluación internacional, externa,
mirarnos hacia afuera y no hacia adentro son algunas de las claves que
dejó este experto en el encuentro.
Otro de los docentes, Gonzalo Ordóñez
Matamoros Ph.D., de la Universidad Externado de Colombia, aseguró que
“uno de los principales retos de Caldas consiste en aprovechar el
conocimiento local e internacional que circula para que sea utilizado en
la solución de problemas cotidianos”.
Dejó clara la importancia de planear, de
concertar la visión de país para que los esfuerzos de unos no se vean
neutralizados por los de otros y así “podamos construir colectivamente
el futuro que deseamos”.
Al referirse acerca de BIOS, su futuro e
importancia, aseguró que “requiere de un apoyo constante del estado,
esta actividad no se puede financiar con las demandas del mercado
nacional porque es muy pequeño, pero tiene un valor fundamental para el
sistema en la medida que ofrece una oportunidad para hacer investigación
por parte de diferentes actores dentro de todo el país”.
Punto en el que Felipe Ortiz también
coincidió y agregó que BIOS es el llamado a articular las instituciones
de toda la región y ser un nodo muy importante para el sistema
investigativo colombiano.
Algunos tips para ser una región de conocimiento
Según Jaime Acosta, consultor experto en
regiones del conocimiento, algunos tips importantes para lograr
construir una región del conocimiento son:
- Ponerse metas por etapas
- Garantizar la continuidad de ese proceso. Las rupturas son profundamente costosas porque es volver a arrancar, se pierde confianza y retomar este tipo de iniciativas es muy difícil.
- Construir sinergia entre actores públicos, academia y las empresas pero no se puede dejar a un lado a la cuarta dimensión, el actor social, y esto va de la mano con la educación y la formación para generar una sociedad del conocimiento, apoyada por innovación social.