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MANIZALES ESTRENA SUPERPANTALLA CIENTÍFICA

“Una supercomputadora necesita una superpantalla”, escucho decir a los ingenieros del Centro de Bioinformática y Biología Computacional de Manizales pocos minutos antes de la inauguración oficial del primer muro de visualización científica del país. Una pantalla, formada por 32 monitores, con una resolución de 66 millones de pixeles, será de ahora en adelante la pareja perfecta para el computador más potente con que cuenta Colombia.

Allí, en medio de las montañas cafeteras, en un cuarto con una temperatura que no debe nunca sobrepasar los 25°C ni bajar de los 18°C, con una humedad del 60%, está escondido BIOS. Un murmullo electrónico recorre la sala. BIOS tiene el poder de unos 4.000 a 6.000 computadores de casa operando juntos y la memoria de unos 1.228. Pero la idea es que siga creciendo. Evitar la obsolescencia, el equivalente a nuestro envejecimiento. Si en 2020 consigue tener 100 teraflops, seguramente entrará en la lista de los 500 computadores más potentes del mundo y habrá ganado unos años más de vida.
Diego Ceballos, gestor de tecnologías de la información de BIOS, intenta explicar el poder del computador. “Aquí analizamos el genoma de una bacteria que afecta la trucha. El trabajo que tomaría unos 15 días en computadores tradicionales, aquí lo resolvimos en cinco horas”, dice. La arquitectura de la máquina permite realizar múltiples tareas simultáneamente.
En el cuarto conjunto al centro de cómputo se instaló la superpantalla con que soñaban los ingenieros desde 2013, cuando encendieron la supercomputadora. Un grupo que trabaja en computación avanzada en la Universidad de Texas los asesoró. Esta superpantalla no es muy distinta a las que usa, por ejemplo, la Policía para visualizar la información de las cámaras de seguridad de una ciudad. ¿Qué hace especial a estos 32 monitores ensamblados en un solo muro? “La gracia está en la capacidad de conexión al computador”, explica Ceballos.
Las aplicaciones de este gran telón electrónico, como lo anotó Carlos Vásquez, director de nuevas tecnologías de Microsoft, “son innumerables”. Una de las que se ha robado la atención es el tratamiento del síndrome de miembro fantasma en personas amputadas. Usualmente entre las personas que han perdido una pierna o un brazo persisten dolores y sensaciones molestas a pesar de que ya no existe esa parte del cuerpo. Es un engaño creado por el cerebro. Con Vilimbs, un proyecto de realidad virtual, se crea un brazo o una pierna virtual y el paciente, frente a una pantalla, puede manipularlo haciéndole creer al cerebro que recuperó lo perdido. Lo común hoy entre rehabilitadores es usar espejos.
Paulo Vélez y Esteban Correa, investigadores en biomedicina, dicen que con la construcción de interfaces computador-mente podrán enseñarles a los pacientes a “sintonizar” ciertos estados mentales. El dúo computador-superpantalla también puede ayudar al estudio de epidemias como la del chikunguya o el dengue. Hasta ahora, quienes más han sacado provecho son los genetistas e investigadores de plantas.
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