La biotecnología ya está en la mira de Colombia
Muchos la ven como una alternativa para hacer más competitivo el agro en Colombia, pero hay quienes consideran que tiene riesgos. Científicos del país investigan.
Un estudio realizado
por la Universidad Nacional, CorpoGen y Colciencias, plantea que en
medio de un panorama mundial difícil en el que se habla de escasez de
alimentos y cambio climático, Colombia tiene grandes ventajas si
potencia su sector agrícola con nuevas tecnologías y mejoras en la
infraestructura de investigación y producción.
El estudio reitera
la necesidad y la capacidad que tiene Colombia de adoptar de manera más
decidida la biotecnología , es decir, la aplicación tecnológica que
utiliza sistemas biológicos y organismos vivos o sus derivados, para la
creación o modificación de productos, o mejorar plantas y animales, para
impulsar la competitividad del agro.
Colombia hace parte
de los 23 países del mundo que utilizan la biotecnología y cuenta con
cultivos genéticamente modificados de algodón, clavel azul y maíz (en
siembra controlada, por lo que aún no ha sido aprobada su
comercialización). Su uso aún podría ampliarse significativamente no
sólo en el campo de la ingeniería genética, sino también en otros campos
de aplicación dentro de la biotecnología.
Colombia ya cuenta
con 138 grupos de investigación en biotecnología, de los cuales la gran
mayoría pertenece a las universidades públicas del país.
Sin embargo, Juan
Carlos Niño Caita, ingeniero agrónomo de la Universidad Nacional, con
amplia experiencia profesional en los sectores público y privado y ex
miembro de la junta directiva de Cevipapa, es más crítico. Para él, en
Colombia, los investigadores han hecho avances con las uñas y mucho
tesón, ya que el apoyo financiero a estas iniciativas es casi nulo en el
país, comparado con otras naciones.
Él compara que,
mientras países como Canadá y Estados Unidos han comprendido el tamaño
de este mercado y han invertido en investigación para explotarlo y
mejorar las condiciones de sus productores, en Colombia la inversión que
se ha hecho es minúscula, lo que hace prever que el país perderá
competitividad en el futuro, y cada vez tendrá más productos agrícolas
importados.
Según sus palabras,
"en el país, muchos de los trabajos en biotecnologìa, aunque muy
independientes y aislados, han permitido construir redes científicas
nacionales entre los diversos investigadores del agro. Estas redes son
muy valiosas y se han creado, más por el empeño de los científicos y por
la obligatoriedad de los procesos implantados por Colciencias para la
obtención de recursos, que por una proactividad institucional.
Lamentablemente, la mayoría de los resultados no logran un impacto
sensible en la competitividad agrícola. Esto se debe a que mucha de la
investigación realizada está muy aislada, carece de visión,
aplicabilidad y retorno de la inversión".
Boris Pinto
Bustamante, médico especialista en bioética, cuenta que The Joint Center
for Bioethics, reconocida entidad de investigación en bioética,
dependiente de la Universidad de Toronto, ha incluido la producción de
alimentos genéticamente modificados, como una de las diez prioridades
derivadas de las biotecnologías en los países en vías de desarrollo.
Sin embargo,
sostiene, "existen profundos desacuerdos sobre los efectos a largo plazo
derivados del consumo de alimentos genéticamente modificados, y sobre
la demostración de los niveles nutricionalmente significativos de
micronutrientes, lo mismo que sobre las plantas transgénicas y los
efectos ambientales a largo plazo en nichos ecológicos y en la
microflora de suelos".
Para él, los
alimentos genéticamente modificados son una alternativa viable para
aliviar de manera significativa las carencias nutricionales y el acceso a
micronutrientes como hierro, vitamina A y betacarotenos, en países en
vías de desarrollo.
Agricultura limpia
Según la Asociación
de Biotecnología Vegetal, Agro-Bio, Colombia necesita la biotecnología
para su desarrollo económico y social.
"La mayor productividad de
las cosechas por mejoras en el rendimiento, el incremento en el valor
nutritivo de los alimentos y la disminución en su costo son las
principales ventajas que se derivan del trabajo con la biotecnología",
explica.
Con el compromiso
asumido por Corpoíca hace varios años como cabeza del Sistema Nacional
de Ciencia y Tecnología Agropecuaria, se están generando resultados en
la investigación y soluciones tecnológicas, para las áreas vegetal y
animal. Se han desarrollado trabajos en biotecnología e ingeniería
genética, manejo integrado de aguas y suelos, fijación natural de
nutrientes, manejo de plagas y enfermedades y avances en agricultura
limpia (sin pesticidas ni fertilizantes de origen químico).
"Trabajamos en
investigación de fertilizantes de origen biológico para reducir el uso
de fertilizantes químicos derivados del petróleo, ya que, además de sus
altos costos, generan contaminación de los suelos. Por eso, lanzamos
recientemente un producto que permite reducir en 50 por ciento la
fertilización nitrogenada", señala Alba Marina Cotes Prado, directora
del Centro de Biotecnología y Bioindustria de Corpoíca.
Según la
investigadora, también se avanza en el desarrollo de plaguicidas de
origen biológico, para disminuir el uso de los de origen químico, muchos
de los cuales contaminan el medio ambiente y pueden generar problemas
de resistencia en las plagas. Además, según Cotes Prado, a través de
técnicas de laboratorio, trabajan en producir semilla limpia libre de
virus. "Es el caso de la papa, en el que hemos logrado aumentar los
rendimientos de 20 toneladas por hectárea, a más de 30 toneladas por
hectárea. A esto se le adicionan los bioproductos que hemos desarrollado
para el cultivo, por ejemplo, para combatir la polilla guatemalteca y
algunas enfermedades".
Irma Baquero
Haeberlin, asesora del Programa Nacional de Ciencia y Tecnología
Agropecuaria de Colciencias, afirma que durante los dos últimos años se
dio un salto cualitativo y cuantitativo muy grande en términos de
financiación de la investigación.
La funcionaria
destaca la labor de algunos centros de investigación del país, entre
ellos Cenicaña, por sus adelantos en mejoramiento genético de caña,
Cenicafé y Cenipalma. De igual forma, el trabajo científico de la
Corporación para Investigaciones Biológicas por sus avances en el
mejoramiento genético de la papa resistente a la plaga conocida como la
polilla guatemalteca.
El CIAT merece especial mención debido a sus investigaciones en fríjol, yuca, arroz y forrajes tropicales.