Vegetación nativa de San Andrés, en peligro
Bogotá D. C., abr. 09 de 2012 - Agencia de Noticias UN
El hongo Paecilomyces sp. podría ser la solución a una peligrosa plaga de insectos parásitos que ataca sin piedad los cultivos y plantas del Archipiélago. Especialistas buscan limitar su proliferación.La situación es alarmante para la vegetación del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Dos años atrás se reportaron los primeros brotes de algunas especies de cochinilla en el territorio; en la actualidad se han visto afectados árboles frutales, bosques, sembrados ornamentales y los pequeños cultivos de la isla capital.El insecto parásito representa un inminente peligro para la vegetación de la zona donde crece, pues absorbe los componentes biológicos de la planta hasta deshidratarla. El uso de pesticidas o plaguicidas ha sido descartado para no afectar la biodiversidad; y lo que es peor, su control es complicado, pues fenómenos como la brisa o la lluvia ayudan a su proliferación. A pesar de la presencia de diferentes especies de cochinilla, hay dos que tienen preocupadas a las autoridades ambientales: la rosada (Maconellicoccus hirsutus) y la acanalada (Crypticerya multicicatrices).Por la amenaza que representa, esta última se ha convertido en objeto de estudio de diferentes organizaciones ambientales que luchan por su control. La gravedad del problema radica en que el insecto se alimenta de la savia de las plantas y las debilita hasta secarlas."Esta variedad de cochinilla se reproduce con mucha facilidad y en un número demasiado alto. Cuando ataca, las hojas del árbol o la planta se llenan literalmente de ellas. Producen un líquido azucarado que se adhiere a las hojas y le impide al arbusto la respiración y la fotosíntesis. Además, la cochinilla acanalada cuenta con una pequeña coraza que la hace más resistente", asegura Adriana Santos, directora del Jardín Botánico de la UN en San Andrés.Por otra parte, esta especie no mata a la planta de manera inmediata. Lo preocupante es su expansión en los sistemas agrícolas y en los pequeños bosques de la isla. Aunque se han implementado diversas medidas para su tratamiento, solo hasta hace poco se encontró una solución. Medida ecológicaTeniendo en cuenta que San Andrés se ubica en la Reserva de Biosfera Seaflower (declarada como área protegida por la Unesco, en el 2000) y que en este lugar se pretende minimizar el impacto ambiental que produce el uso de agroquímicos y otros pesticidas, la estudiante de la UN Ivonne Angélica Quiroga comenzó a trabajar con biocontroladores como una alternativa para limitar la plaga.Tras los significativos avances que alcanzó, especialistas del Jardín Botánico de San Andrés y de la Clínica de Plantas de la Facultad de Agronomía en Bogotá implementaron el uso del hongo Paecilomyces sp. y determinaron que era posible su efectividad como controlador de la cochinilla acanalada.Javier Hidalgo, estudiante cuyo proyecto de grado está dedicado al tema, asegura que los métodos estudiados contra el bicho invasor, que usan hongos en diferentes concentraciones, han arrojado resultados positivos, pero que faltan más averiguaciones para poderlos masificar como plan de control biológico."Teniendo en cuenta que los experimentos científicos ya se efectuaron en ambientes controlados en laboratorio, vamos a hacer las mismas pruebas en campo abierto, para la implementación en todas las siembras infectadas", dice el investigador.La propuesta es clara y los estudios arrojan respuestas alentadoras. Ahora solo falta estandarizar los procesos de producción en masa del hongo Paecilomyces sp., para poder hacer aplicaciones y valoraciones comerciales.Esto significa hacer los análisis y determinar el protocolo por seguir para poder introducir el hongo de manera intensiva y saber cuál es la modalidad de aplicación para que sea efectivo: cada cuánto, cuáles son las concentraciones y cómo deben ser suministradas, así como qué componentes adicionales debe tener.Aunque no ha sido una investigación sencilla, por las difíciles condiciones para estudiar el insecto, el proceso adecuado para la reproducción masiva del hongo está cerca y los investigadores están convencidos de su efectividad. MasificaciónLos expertos de la Clínica de Plantas, que lideran la iniciativa, han hecho una exhaustiva labor, a lo largo de este año, en la identificación y control de la cochinilla, con el acompañamiento de la Gobernación Departamental, la Secretaría de Agricultura y Pesca del Archipiélago y el Jardín Botánico de la isla.Asimismo, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) apoya el proyecto a través del acompañamiento de las salidas de campo, la generación de informes, el préstamo de expertos para hacer los diagnósticos técnicos y, en general, para hacer una investigación mucho más amplia del tema.Gracias al interés de estas instituciones, se estableció un convenio con la Gobernación que permitirá adoptar medidas a través de biocontroladores, específicamente con el hongo Paecilomyces sp."Esperamos que, para la mitad de este año, se logre hacer una reproducción masiva del hongo en laboratorio y en campo para ver la efectividad en terrenos abiertos", afirma María Fernanda Maya, bióloga especialista en Gestión Ambiental de la UN.Lea el artículo completo en UN Periódico: http://www.unperiodico.unal.edu.co/dper/article/la-cochinilla-invade-la-isla-de-san-andres-1/index.html .
El hongo Paecilomyces sp. podría ser la solución a una peligrosa plaga de insectos parásitos que ataca sin piedad los cultivos y plantas del Archipiélago. Especialistas buscan limitar su proliferación.La situación es alarmante para la vegetación del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Dos años atrás se reportaron los primeros brotes de algunas especies de cochinilla en el territorio; en la actualidad se han visto afectados árboles frutales, bosques, sembrados ornamentales y los pequeños cultivos de la isla capital.El insecto parásito representa un inminente peligro para la vegetación de la zona donde crece, pues absorbe los componentes biológicos de la planta hasta deshidratarla. El uso de pesticidas o plaguicidas ha sido descartado para no afectar la biodiversidad; y lo que es peor, su control es complicado, pues fenómenos como la brisa o la lluvia ayudan a su proliferación. A pesar de la presencia de diferentes especies de cochinilla, hay dos que tienen preocupadas a las autoridades ambientales: la rosada (Maconellicoccus hirsutus) y la acanalada (Crypticerya multicicatrices).Por la amenaza que representa, esta última se ha convertido en objeto de estudio de diferentes organizaciones ambientales que luchan por su control. La gravedad del problema radica en que el insecto se alimenta de la savia de las plantas y las debilita hasta secarlas."Esta variedad de cochinilla se reproduce con mucha facilidad y en un número demasiado alto. Cuando ataca, las hojas del árbol o la planta se llenan literalmente de ellas. Producen un líquido azucarado que se adhiere a las hojas y le impide al arbusto la respiración y la fotosíntesis. Además, la cochinilla acanalada cuenta con una pequeña coraza que la hace más resistente", asegura Adriana Santos, directora del Jardín Botánico de la UN en San Andrés.Por otra parte, esta especie no mata a la planta de manera inmediata. Lo preocupante es su expansión en los sistemas agrícolas y en los pequeños bosques de la isla. Aunque se han implementado diversas medidas para su tratamiento, solo hasta hace poco se encontró una solución. Medida ecológicaTeniendo en cuenta que San Andrés se ubica en la Reserva de Biosfera Seaflower (declarada como área protegida por la Unesco, en el 2000) y que en este lugar se pretende minimizar el impacto ambiental que produce el uso de agroquímicos y otros pesticidas, la estudiante de la UN Ivonne Angélica Quiroga comenzó a trabajar con biocontroladores como una alternativa para limitar la plaga.Tras los significativos avances que alcanzó, especialistas del Jardín Botánico de San Andrés y de la Clínica de Plantas de la Facultad de Agronomía en Bogotá implementaron el uso del hongo Paecilomyces sp. y determinaron que era posible su efectividad como controlador de la cochinilla acanalada.Javier Hidalgo, estudiante cuyo proyecto de grado está dedicado al tema, asegura que los métodos estudiados contra el bicho invasor, que usan hongos en diferentes concentraciones, han arrojado resultados positivos, pero que faltan más averiguaciones para poderlos masificar como plan de control biológico."Teniendo en cuenta que los experimentos científicos ya se efectuaron en ambientes controlados en laboratorio, vamos a hacer las mismas pruebas en campo abierto, para la implementación en todas las siembras infectadas", dice el investigador.La propuesta es clara y los estudios arrojan respuestas alentadoras. Ahora solo falta estandarizar los procesos de producción en masa del hongo Paecilomyces sp., para poder hacer aplicaciones y valoraciones comerciales.Esto significa hacer los análisis y determinar el protocolo por seguir para poder introducir el hongo de manera intensiva y saber cuál es la modalidad de aplicación para que sea efectivo: cada cuánto, cuáles son las concentraciones y cómo deben ser suministradas, así como qué componentes adicionales debe tener.Aunque no ha sido una investigación sencilla, por las difíciles condiciones para estudiar el insecto, el proceso adecuado para la reproducción masiva del hongo está cerca y los investigadores están convencidos de su efectividad. MasificaciónLos expertos de la Clínica de Plantas, que lideran la iniciativa, han hecho una exhaustiva labor, a lo largo de este año, en la identificación y control de la cochinilla, con el acompañamiento de la Gobernación Departamental, la Secretaría de Agricultura y Pesca del Archipiélago y el Jardín Botánico de la isla.Asimismo, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) apoya el proyecto a través del acompañamiento de las salidas de campo, la generación de informes, el préstamo de expertos para hacer los diagnósticos técnicos y, en general, para hacer una investigación mucho más amplia del tema.Gracias al interés de estas instituciones, se estableció un convenio con la Gobernación que permitirá adoptar medidas a través de biocontroladores, específicamente con el hongo Paecilomyces sp."Esperamos que, para la mitad de este año, se logre hacer una reproducción masiva del hongo en laboratorio y en campo para ver la efectividad en terrenos abiertos", afirma María Fernanda Maya, bióloga especialista en Gestión Ambiental de la UN.Lea el artículo completo en UN Periódico: http://www.unperiodico.unal.edu.co/dper/article/la-cochinilla-invade-la-isla-de-san-andres-1/index.html .
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