Estudio sobre baya exótica permite aumentar su duración
Bogotá D. C., abr. 09 de 2012 - Agencia de Noticias UN- Sin necesidad de usar tecnología poscosecha, investigador de la UN halló la forma para que la chamba, fruta que se cultiva al sur de Boyacá, dure hasta ocho días.A esta conclusión llegó Hélber Enrique Balaguera López, estudiante del Doctorado en Ciencias Agropecuarias con énfasis en Fisiología de Cultivos, en un estudio que realizó del crecimiento, el desarrollo y la determinación del punto óptimo de la fruta en cosecha.La chamba, producto típico de Miraflores (Boyacá), se caracteriza por ser un fruto perecedero que se conserva en fresco uno o dos días. "Su almacenamiento y comercialización en fresco se han limitado, además, porque la producción es anual. Se estima que en cosecha y poscosecha se pierde hasta el 97% del producto. Sin embargo, por medio de un método artesanal se extrae su pulpa para comercializar jugos, vino, sabajón, yogurt, diferentes tipos de postres, dulces y mermeladas, entre otros", anotó Balaguera López.La falta de caracterización de la chamba desde el punto de vista fisicoquímico y la inexistencia de un criterio técnico para la recolección de los frutos impulsaron al investigador a hacer el estudio, a partir del cual se desarrollaron tratamientos con base en el color de la epidermis del fruto.Para ello se recolectaron, directamente del árbol, ejemplares con diferentes índices de madurez. Por la alta producción de etileno (C2H4) y dióxido de carbono (CO2) en la poscosecha, se determinó que la chamba es climatérica: después de alcanzar la madurez fisiológica, la fruta tiene un aumento drástico en la respiración, proceso necesario para que continúe la otra etapa de su maduración separada del árbol y adquiera las características organolépticas propias (color, sabor y textura)."Al tener comportamiento climatérico, se puede cosechar más inmadura, siempre y cuando haya adquirido su desarrollo fisiológico. Aunque la epidermis esté verde, ya tiene ciertos procesos funcionales que permiten la recolecta y continuar la maduración durante el almacenamiento. Esto es una ventaja porque significa una mayor duración, cercana a los ocho días, aun sin aplicar ninguna tecnología poscosecha", reveló el investigador de la Facultad de Agronomía de la UN. Y agregó que otros procesos y tecnologías, como el preenfriamiento, la refrigeración o la aplicación de cloruro de calcio, entre otros, podrían complementar estos resultados para alargarle la vida al desconocido alimento.La investigación también reveló que el fruto, que se caracteriza por su alta cantidad de ácidos y concentración de azúcares, tiene como azúcar predominante la sacarosa y que los grados Brix (que miden principalmente el contenido de azúcares solubles) están alrededor del 12% y 13%. El cítrico es el ácido predominante y la acidez total titulable (el total presente en una sustancia) está al alrededor del 3%."Lo anterior cataloga a la chamba como uno de los frutos más ácidos. Entre los cítricos, el limón es el que más tiene acidez (puede alcanzar hasta 6%), le siguen los de la familia de las Passifloraceae, como la maracuyá, y después estaría el poco conocido fruto boyacense", explicó Balaguera López.Lo que llama la atención de los resultados es el contenido representativo de azúcares, añadió el investigador. "Esto hace que esa relación dulce-ácido sea muy particular y agradable para el consumo. Es un gran potencial para la comercialización porque su sabor es muy atractivo".El proyecto del investigador contó con la dirección de Aníbal Orlando Herrera Arévalo -director del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos (ICTA)-, y con la financiación de la Dirección de Investigación de la Sede Bogotá (DIB). Beneficios para agricultoresCon el estudio, el investigador buscaba que el agricultor pudiera almacenar la especie frutal por más tiempo antes de la industrialización.Aunque Balaguera, oriundo de Miraflores, ya había realizado algunas investigaciones sobre la chamba, los resultados de estos estudios, además de permitirle conocer a fondo su fisiología y comportamiento, resultarán prácticos para los agricultores del sur de Boyacá, en la región de Lengupá, donde se encuentran las mayores extensiones sembradas con la exótica baya.
No hay comentarios.: