Momias colombianas salen del anonimato
Al menos 34 momias halladas en diferentes departamentos de Colombia, desde Córdoba hasta el Tolima, han sido analizadas para determinar las condiciones de vida de nuestros antepasados prehispánicos.
Este trabajo exploratorio con las momias conservadas en el Laboratorio de Antropología Física de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y del Museo Arqueológico Eliécer Silva Celis, de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC), lo inició la estudiante Daniella Betancourt Navas en su trabajo de pregrado en Antropología, y su propósito es seguir avanzando en su estudio en el marco de la investigación para la Maestría en Bioarqueología.
En esta primera revisión física de las momias –que permanecen cuidadosamente guardadas en bolsas de material quirúrgico– la estudiante describió las formas de preservación de estos cuerpos y su procedencia geográfica, y además hizo algunas conjeturas preliminares frente a hallazgos como el de un cuerpo con al menos seis cabezas encima, lo que la estudiante asocia con “cabezas trofeo”, que podrían quedar como testimonio de una guerra ganada.
Las momias en estudio provienen de la Serranía del Perijá (nororiente del país), Mesa de los Santos (Santander), El Cocuy (Boyacá) y del altiplano cundiboyacense. Además se revisaron 10 calaveras enmascaradas de la comunidad indígena Yuko-Yukpa y seis cráneos de los Panches. Sin embargo, como varias de ellas se han encontrado durante trabajos de guaquería, están incompletas o sin el ajuar propio de las comunidades indígenas, recuerda la estudiante.
Agrega que
“el objetivo de este trabajo es aplicar un enfoque multivariado desde la bioarqueología que permita documentar las formas de preservación y modificación a las que fueron sometidos estos cuerpos, las condiciones a las que estuvieron sujetos en vida y su posible función social dentro de la comunidad prehispánica”.
También se determina si la momificación se hizo de forma espontánea o mediante un proceso artificial como el de embalsamado.
Para ello se realizó un examen físico de los individuos y una contextualización geográfica y cultural a las comunidades, por medio de fichas y fotografías para realizar una base de datos, y se creó una tipología básica para las momias prehispánicas: sexo, edad y particularidades sobresalientes.
Se detalla, por ejemplo, un cráneo yukpa con una mascarilla de resina dura que se asemeja a la piel y en el que se utilizaron semillas y cuentas para reemplazar los ojos. Tales condiciones, según la estudiante, indican que podría tratarse de un ritual funerario.
En la comunidad indígena del mundo prehispánico la muerte era un estado de transición a la otra vida, lo cual se manifiesta en la presencia del ajuar, que generalmente incluía ornamentos, orfebrería y textiles, entre otros, que le sirvirían al difunto de provisión en el mundo de los muertos.
Este trabajo, realizado desde el semillero “Condiciones de vida de las sociedades prehispánicas de Colombia. Bioarqueología y cambio social”, dirigido por el profesor José Vicente Rodríguez Cuenca, es el inicio de un estudio profundo para determinar las enfermedades que padecían estas poblaciones, sus rasgos físicos característicos, sus formas de vida, sus rituales de vida y de muerte, sus guerras y otros detalles que permitirán documentar con más detalle el pasado de las poblaciones prehispánicas.
Según lo explica el profesor Rodríguez, se trata de un amplio estudio entre las facultades de Odontología, Ciencias y Genética, para determinar las características genéticas de estos cuerpos, que será realizada por medio del análisis del ADN mitocondrial.
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