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Segundo Congreso Nacional de Biotecnología y Primer Seminario Internacional de Bionegocios

INTRODUCCIÓN

En el Segundo Congreso se destacaron los aportes de la biotecnología para procurar el desarrollo económico y el bienestar social de nuestro país. Cabe resaltar el esfuerzo de Colciencias, el SENA, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y demás instituciones por su contribución durante los últimos 20 años a la consolidación de una masa crítica de investigadores, en capacidad de poner la biotecnología en un punto estratégico de influencia en diferentes sectores de la producción como salud, alimentos, industria química, agrícola y ambiental, y las cadenas productivas.
Los grandes desarrollos de la biotecnología, como la secuenciación del genoma humano, las plantas transgénicas, la clonación de animales, etc., han generado impacto mundial y dan la idea de que la biotecnología es ciencia ficción y de imposible acceso para nuestros países, o es sinónimo de transgénicos. Pero en lo fundamental la biotecnología debe ser vista como la aplicación de un con­junto de metodologías desarrolladas por las ciencias y las ingenierías para hacer uso sostenible de nuestra biodiversidad.
En el sector agropecuario y ambiental la biotecnología ofrece mayores oportunidades para nuestros países. Aunque ella es más que el estudio de plantas transgénicas, vale la pena desta­car que los transgénicos de primera generación (1995-2005) desarrollan plantas resistentes a herbicidas, insectos y virus. En el mundo, más de 50 cultivos de este tipo han sido aprobados para producción comercial y 100 más están en etapa de pruebas. La segunda generación de transgéni­cos (2005-2015) incluye cultivos resistentes a herbicidas, tolerantes a sales, a metales pesados, a diferentes temperaturas, y frutas y vegetales con prolongada vida de anaquel, así como la produc­ción de moléculas de uso farmacéutico en plantas. A partir de 2015 el conocimiento de la secuen­cia del genoma permitirá entender la estructura, función y regulación de los genes. Ello se verá re­flejado en la alteración de la arquitectura de las plantas, la manipulación de flores y la maduración de las frutas. Se prevé entonces aumento de la productividad, disminución de las necesidades de agua, y se estimulará la producción de más y mejores alimentos, fibra, productos farmacéuticos y mejoramiento del medio ambiente.


Lo que sucedió en el Segundo Congreso Nacional de Biotecnología y Primer Seminario Internacional de Bionegocios

Entre el 1o y el 3 de septiembre del presente año se realizó el Segundo Congreso Colombiano de Biotecnología y Primer Seminario Internacional de Bionegocios, en el edificio inteligente de la Cá­mara de Comercio de Bogotá. Para los organizadores del evento, el Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional de Colombia (IBUN), el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y la Cáma­ra de Comercio de Bogotá, el Congreso representó una excelente oportunidad para intercambiar

experiencias de investigación y bionegocios con los investigadores y empresarios invitados nacio­nales e internacionales.
El Congreso contó con 700 asistentes, cuatro salas de trabajo: bioprocesos, bionegocios, orga­nismos transgénicos, salud humana, animal y bioética. La presencia de nueve invitados interna­cionales (Rodolfo Quintero de México, Joe Thome del CIAT, Marcela Radice de Argentina, Wolf-gang Schwarz de Alemania, Gonzalo Jordán de Chile, Richard Gregory de Estados Unidos, Ruud de Mag de Holanda, y Leila Macedo y Gonzalo Guimaraes de Brasil). Se recibieron 200 trabajos de investigación, 80 en la sala agropecuaria, 80 en bioprocesos y 40 en salud; 72 trabajos fueron presentaciones orales y 128 posters. Se llevaron a cabo 5 cursos precongreso organizados por el IBUN en la Ciudad Universitaria, que superaron las expectativas y el tamaño de los espacios; en los cursos de biotecnología farmacéutica y epidemiología molecular participaron 80 personas. En bioprocesos y bionegocios se inscribieron 180 personas; al curso de organismos transgénicos y genómica, liderado por el CIAT de Palmira, asistieron 370 personas y en bioética y biotecnología participaron 120 personas.

1. Fomentar la cooperación en el ámbito latinoamericano, a través de redes con las comuni­dades, las empresas, la infraestructura de investigación, y los sistemas regionales de investiga­dores que contribuyen más que cualquier otra variable a impulsar la innovación, el desarrollo tecnológico y la relación universidad, empresa y sociedad.
2. Destacar el relevo generacional, mediante la presencia masiva de jóvenes estudiantes e in­vestigadores, quienes expusieron la gran mayoría de los trabajos científicos. Por esta razón se pone más que nunca al orden del día la formación de recursos humanos altamente calificados en investigación, desarrollo y en destrezas para dirigir los procesos de innovación y negociación de tecnologías de punta.
3. Bionegocios. En las mesas de bionegocios se promovió el contacto entre ofertantes y deman­dantes de biotecnologías, se establecieron alrededor de 90 posibles citas y se concretaron 40. Ello indica la necesidad de continuar este trabajo con el apoyo de la Cámara de Comercio. En este marco, los propósitos de muchas de las actividades resultan lógicos pero deben ser valida­dos en el quehacer cotidiano, en la definición de los papeles que juega un centro de investiga­ción y desarrollo universitario frente al sector productivo, en las relaciones entre lo público y lo privado, en la comprensión del sector productivo para reconocer la biotecnología como genera­dora de riqueza y bienestar social.
4. Se requiere redoblar la inversión en ciencia y tecnología. Actualmente la inversión es de 0,3%. Se aspira a cumplir por lo menos con lo prometido por el gobierno de alcanzar el 1% en dos años y crecer de manera continúa para fortalecer el Programa Nacional de Biotecnología de Colciencias y la iniciativa de INBIO-SENA.
5. Establecer reglas claras sobre el empleo sostenible de la biodiversidad, como el acceso a re­cursos genéticos, e impulsar un trabajo sostenido a fin de estimular la información científica y dar herramientas a la sociedad civil para la toma de decisiones sobre organismos genéticamen­te modificados, lo cual contribuye a mejorar la percepción social de la biotecnología
6. Convertirse en interlocutores válidos del Estado en la definición de políticas públicas para el fomento y desarrollo de la biotecnología. Este propósito obliga, por parte del Estado, a transfor­mar y coordinar los esfuerzos estatales de fomento, ello implica agilidad y racionalidad en la toma de decisiones, eficiencia y eficacia; claridad y simplificación de procesos, y el reconoci­miento de los papeles complementarios de cada una de las instituciones públicas con alto grado de complejidad. La comunidad científica y los empresarios tendremos que crear una sólida or­ganización de biotecnólogos que nos permita una interlocución válida.

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