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Alimentos Geneticamente modificados en Colombia

Colombia, hasta inicios de los noventa, fue autosuficiente en el suministro de alimentos y materias primas. Sin embargo, luego de la apertura económica se ha permitido la importación masiva de productos agrícolas fuertemente subsidiados, principalmente desde Estados Unidos. En el año 2006, nuestro pais importó más de ocho millones de toneladas de alimentos, de estas, dos millones de toneladas son maíz, que corresponde a más del 70% del consumo nacional y el 85% de la soya. Para el caso del maíz y la soya, desde hace más de diez años Colombia está importando soya y maíz transgénico sin ningún control (segregación o etiquetado), especialmente desde Estados Unidos y Argentina.

El gobierno de Colombia actualmente apoya incondicionalmente las iniciativas de las transnacionales como Monsanto, que desde hace varios años están buscando la aprobación de la liberación comercial de cultivos y alimentos transgénicos. El Gobierno expedió el Decreto 4525/2005, el cual le facilita a las empresas semilleras la introducón de cultivos transgénicos. Este Decreto separa la evaluación de riesgos y la aprobación de transgénicos en tres autoridades independientes: Ministerio de Agricultura (OMG de uso agrícola), Ministerio de Ambiente (OMG de uso ambiental) y Ministerio de Protección Social, (OMG de uso en la salud). Es inaceptable que en las evaluaciones de bioseguridad no se realice de forma integral para proteger el ambiente, la biodiversidad y la salud pública en el país. Es por esta situación que, algunas organizaciones de la sociedad civil han entablado demandas judiciales (Acciones Populares) en contra del Ministerio de Agricultura, del ICA, del Ministerio de Ambiente y de Monsanto.

El Consejo de Estado, en febrero de 2005 fallo la Acción Popular en contra del Ministerio de Ambiente y Monsanto, por no haberse tramitado la licencia ambiental para la introducción del algodón Bt al país. Este fallo determinó como obligaciones: 1) La exigencia de licencia ambiental, para todos los transgénicos que se introduzcan al país, cultiven o comercialicen, a partir de la vigencia de la Ley 740 de 2002 (Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad) y 2) El seguimiento a las actividades de Monsanto en Colombia a través de un Comité, que deberá presentar informes al Tribunal de Primera instancia. El gobierno nacional desconoció este fallo del Consejo de Estado y le solicitó nuevamente un concepto a esta Corte, sobre si los cultivos transgénicos requerían licencia ambiental, respondiendo que no lo requerían; este concepto lo utilizó el gobierno para expidió el Decreto 4525/2005, eliminando expresamente la obligación de Licencia ambientas para los OGM.

Por otro lado, se ha venido tramitando ante el CTN del Ministerio de Agricultura, solicitudes para la liberación comercial de maíz Bt (Yieldgard), maíz Ronudup Ready (de Monsanto) y maíz Herculex I Bt y tolerante al herbicida glufosinato de amonio de la empresa Dupont. El ICA autorizo a estas empresas realizar ensayos de campo en el 2003 y 2004 en las regiones más productoras de maíz del país, no obstante, introducir maíz transgénico en Colombia es muy crítico, pues se ve contaminada y erosionada la enorme diversidad de este cultivo, que ha sido conservada y utilizada por los campesinos e indígenas del país mas aun si te tiene en cuenta que el maíz es uno de los productos básicos de la alimentación de los colombianos, tanto poblaciones rurales como urbanas.

Estrategias desde la sociedad civil frente a los transgénicos: En general la sociedad civil ha estado marginada del debate público y de la participación en la toma de decisiones sobre la evaluación e introducción de OGM en el país. Especialmente los campesinos e indígenas no han sido tenidos en cuenta, a pesar de que pueden ser los más afectados por la introducción de estas tecnologías. Sin embargo, en muchas regiones del país las organizaciones indígenas, negras y campesinas tienen una posición muy crítica sobre los impactos que podría generar los organismos transgénicos en sus territorios y se ha ido construyendo estrategias, acciones y alianzas de defensa de las semillas locales, y especialmente alrededor del maíz, frente a la contaminación genética que se pueda producir por la introducción de maíz transgénico en sus territorios.

Este es el caso del pueblo Zenú, quien posee una fuerte cultura del maíz, expresada en mas de 25 variedades de este cultivo. Es así como en octubre de 2005, 170 cabildos las comunidades indígenas Zenúes de Córdoba y Sucre, declararon el resguardo indígena de San Andrés de Sotavento “Territorio Libre de Transgénicos”. Esta decisión es de trascendental importancia, puesto que los Zenúes amparados en los derechos constitucionales sobre su territorio, están ejerciendo la defensa sobre su biodiversidad y soberanía alimentaria, que se ve fuertemente amenazada por los cultivos agroindustriales principalmente de maíz y algodón que rodean su territorio.

Igualmente, muchas organizaciones indígenas y campesinas para defender la soberanía alimentaria frente a los transgénicos, están promoviendo y fortaleciendo los sistemas productivos y de alimentación tradicionales, basados en el manejo de la biodiversidad y la producción agroecológica. También se están articulando alianzas entre las organizaciones rurales con otros sectores de la sociedad, para la promoción del debate público, la difusión de información y la implementación de estrategias y acciones frente a los transgénicos.
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