El inventor de la vacuna de la malaria, Manuel Elkin Patarroyo, no
podrá seguir experimentando su antídoto con monos amazónicos, según una
sentencia judicial que se traduce en la paralización de sus
investigaciones tras 32 años.
Con esta decisión, un juzgado de Cundinamarca, dio la razón a dos
ecologistas de la asociación Entropika, que acusan al investigador de
tráfico de animales por utilizar monos capturados al otro lado de la
frontera colombiana.
La sentencia entró en vigor el viernes pasado, cuando fue clausurado
el laboratorio que Patarroyo tenía desde hace tres décadas en Leticia
(Amazonas).
Allí, en plena selva y con una línea divisoria difusa, el investigador
trabajaba con monos nocturnos de la especie Aotus, con un ADN similar al
de los humanos.
Cerca de terminar
La prohibición supone un gran golpe para Patarroyo, que se encontraba
en la recta final de sus investigaciones, según confesó en una
entrevista.
"Estamos muy cerca, y cuando digo muy, es mucho", indicó este doctor
que ha dedicado su vida a la investigación de la malaria y otras
enfermedades contagiosas.
"La vacuna para monos teníamos planeado terminarla a finales de este
año o principios del que viene y como los monos tienen un sistema
idéntico a los humanos, en estos estaría como un tiro", agregó.
Patarroyo defiende que el fallo judicial responde a intereses oscuros,
ya que hace seis años que los ecologistas de Entropika están detrás de
su laboratorio y, a su juicio, desafortunadamente la justicia cayó en la
trampa.
Con datos en la mano, el científico detalló que cada año mueren por
malaria en el mundo cerca de dos millones de personas, más de la mitad
niños, y la carrera de la muerte no cesa, lamentó ante la demora que
causará este fallo y los diferentes cierres temporales que ha sufrido
desde 2005.
En el mundo muere un niño cada 30 segundos, que carguen en su
conciencia con lo que carguen en su conciencia con lo que están
haciendo, sentenció Patarroyo.
Como consecuencia del fallo, el investigador colombiano ha recibido
el apoyo de la comunidad científica, así como de los pueblos indígenas
que habitan la zona amazónica en la que desarrolla su trabajo.
Los directivos de la de la Facultad de Medicina de la Universidad
Nacional expresaron, en un comunicado, su preocupación por las
dificultades jurídicas que afronta Patarroyo.
Además, las autoridades indígenas Aticoya y Azcaita han prohibido la
entrada en sus territorios ancestrales a los miembros de Entropika y, en
concreto, a una de sus activistas, Angela Maldonado, a la que acusan de
abusar de la buena fe de las comunidades y de falsas afirmaciones
contra Patarroyo.
Patarroyo anunció que apelará al fallo del tribunal para poder reabrir
lo antes posible su laboratorio amazónico y conseguir la vacuna
definitiva de la malaria.
Este hallazgo servirá para diseñar nuevos fármacos para pacientes que actualmente son de difícil curación.
Un equipo internacional en el que participan investigadores españoles ha dado con el principal agente que orquesta la resistencia al tratamiento contra el cáncer de pulmón avanzado, un hallazgo que servirá para diseñar nuevos fármacos para pacientes que actualmente son de difícil curación.
El estudio describe "un mecanismo extraordinario de resistencia y la parte más diabólica del cáncer", afirma el doctor Rafael Rosell, participante en la investigación y jefe del Servicio de Oncología Médica del Instituto Catalán de Oncología (ICO) de Badalona (Barcelona, noreste de España).
La investigación, que se publica en la revista Nature Genetics, ha contado con la participación del ICO de Badalona y de otros centros de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, y ha sido financiada por la Obra Social La Caixa con 2,1 millones de euros invertidos en cuatro años.
El estudio se ha elaborado únicamente a partir de análisis de tumores de pulmón pero, según Rosell, los resultados pueden servir para otro tipo de cánceres,
"Es un gran descubrimiento y ahora debemos presionar a la industria para impulsar ensayos clínicos de nuevos fármacos, ya que puede ser útil para otros tumores", explica.
El equipo internacional de científicos ha descubierto un nuevo mecanismo de resistencia al erlotinib y el gefitinib, dos fármacos utilizados para un subgrupo de pacientes de cáncer de pulmón que tiene alterado el gen que codifica el receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR, del inglés Epidermal Growth Factor Receptor).
Cerca del 20 % de los pacientes de cáncer de pulmón tiene mutado el EGFR, que aparece sobrexpresado, especialmente en mujeres, tanto fumadoras como no, y que propicia la proliferación de células tumorales.
Actualmente ya existen fármacos en el mercado para inhibir el efecto del EGFR, pero se da la circunstancia que, dentro de este subgrupo, entre el 20 y el 60 % de los pacientes desarrolla resistencias que lastran el tratamiento.
Tras años de estudio, los firmantes de la investigación han llegado a la conclusión de que el principal responsable de esta oposición a los fármacos es el gen AXL, que se ha observado que está hiperactivo en los tumores de pulmón resistentes a los medicamentos inhibidores de EGFR.
Los investigadores del ICO también han demostrado que la inhibición del AXL provoca que el tumor pierda resistencia al erlotinib y, por tanto, hace que este fármaco vuelva a ser efectivo.
Según la investigación, este hallazgo da "nuevas esperanzas al subgrupo de pacientes más vulnerable", ya que son siempre casos avanzados y con mal pronóstico.
Lo que por ahora es una nueva esperanza se podrá materializar en tratamientos si la industria farmacéutica apuesta por desarrollar algunos prototipos de inhibidores de AXL que aún no se han probado en ensayos clínicos ni se han comercializado.
"Se necesitan investigaciones de este calado para que el diálogo con la industria deje de ser nulo", destaca el responsable de Oncología Médica del ICO de Badalona.
Aparte de suponer una nueva vía terapéutica, el hallazgo amplía la batería de procesos genéticos identificados que son determinantes en el cáncer de pulmón y que, según Rosell, evidencian cada vez más la necesidad de repetir biopsias durante el tratamiento para controlar si se producen alteraciones en los genes que pueden generar resistencias a los tratamientos.
"El cáncer de pulmón era antes la Cenicienta de los tumores, el que no quería ningún doctor porque tenía muy mal pronóstico, pero el paradigma ha cambiado porque vamos identificando las alteraciones genéticas a través de la biopsia y podemos prescribir el mejor fármaco desde el inicio del tratamiento", concluye Rossell
.